TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 14 de enero de 2025
ABDUCCIONES EXTRATERRESTRES: En busca del tiempo perdido
La vida en otros planetas es una incógnita que no terminamos de resolver. Hay quienes creen firmemente en su existencia, otros son escépticos respecto a esa posibilidad, pero existen aquellos que directamente, se dedican a investigar sobre seres alienígenas y otros fenómenos paranormales de la galaxia. Ellos son los ufólogos, los cuales vigilan los cielos e, incluso, llegan a afirmar que estos seres del espacio ya están entre nosotros. Son muchas las preguntas que suscita el universo. Desde los años 50, los relatos de abducciones suelen incluir la descripción de una sala semejante a un laboratorio en la cual los extraterrestres realizan algún tipo de experimento o investigación sobre el individuo secuestrado. El relato (subjetivo) del secuestro suele incluir la idea de que el mismo estaría precedido por la pérdida de la voluntad y de la conciencia en el instante anterior al momento del transporte. Quienes refieren haber sido víctimas de una abducción aseguran que durante el rapto habrían padecido un lapso importante de “tiempo perdido”, es decir, la sensación de haber pasado un tiempo prolongado, pero sin poder recordar casi nada de ese lapso transcurrido. El interior de la nave a la cual serían conducidos los abducidos por lo general es descrito como una sala redonda, con cúpula, iluminada por una luz difusa que parece salir de las paredes y del suelo. Tras ser retornados de la abducción, algunos comentan tener alguna anomalía en su organismo, tales como la presencia de objetos metálicos dentro del cuerpo. Algunos puntos en común serían; pesadillas reiterativas, cicatrices o marcas en el cuerpo de origen desconocido, sinagesia, fobias repentinas a objetos, olores o ruidos. En el campo de la ufología se llama abducción al acto en el cual uno o más seres extraterrestres toman a un ser vivo terrestre contra su voluntad, lo secuestran y lo llevan a algún sitio determinado, generalmente a su propia nave espacial. La mayoría de los relatos son muy semejantes entre sí, y a su vez son semejantes representaciones en las películas de ciencia ficción acerca del tema. Por su parte, el investigador Thomas E. Bullard realizó un estudio sobre 309 casos de este tipo, mostrando que siguen cierto orden y en el que destacan varios episodios clave: captura, examen, excursión o viaje a otros mundos, teofanía, regreso, y consecuencias. Si bien todos los elementos no aparecen en todos los casos, según él y sus propios criterios acerca de lo que se considera captura, examen, viaje, teofanía, regreso y consecuencias, hay un 84% de situaciones en los que el orden se cumple. Una característica común a quienes alegan haber sido abducidos es la amnesia, llamada “tiempo perdido” en el argot que popularizó el escritor neoyorquino Budd Hopkins, autor del libro Missing time (“Tiempo perdido”), de 1981. Esta amnesia casi siempre impide a los protagonistas recordar el meollo del incidente. Por ejemplo, una persona vive una situación extraña de una supuesta abducción o visita extraterrestre a una determinada hora. Más tarde, al mirar su reloj, ve que han pasado varias horas, pero no recuerda bien qué ocurrió en ese lapso. Mediante la regresión hipnótica, profesionales como los hipnólogos estadounidenses Leo Sprinkle, Berthold Schwarzy y James Harder han conseguido obtener relatos de varios centenares de abducciones. Este último investigador llegó a estudiar 104 casos, de los cuales un 39% eran varones y un 16% se trataba de niños acompañados de adultos. El 50% eran personas en situación de desempleo o trabajadores no especializados, un 10% oficinistas y alrededor de un 5% estudiantes universitarios. Según el autor, esto “implica un nivel ocupacional o educativo relativamente elevado”. La mayoría de los relatos son parecidos entre sí y suelen seguir el patrón de las historias difundidas y puestas de moda previamente por los medios de comunicación. Hasta tal punto es así que, según dice el estudioso británico John Rimmeren en su obra The evidence for alien abductions (1984), basándose solamente en relatos bien documentados, ha podido construir un “modelo” de abducción, según el cual las personas abducidas (pertenecientes a ambos sexos, aunque con preponderancia del masculino) son seres humanos sanos, normales y no interesados particularmente por el problema OVNI. Los sujetos, por lo general, recuerdan el principio y el final del episodio, pero la parte central del mismo -la más importante- ha sido eliminada de su mente consciente. Este ‘borrado’ ha sido hecho sin duda mediante la hipnosis: se les ha impuesto un bloqueo para que no recuerden unas experiencias, que en ocasiones podrían resultar muy traumáticas. Peor todavía, en estado de hipnosis se tiende a inventar recuerdos, con lo que la regresión hipnótica pasa de ser un argumento a favor a un argumento en contra de la tesis ufológica de las abducciones. Científicamente la explicación más plausible de las aparentes abducciones sucedidas durante el sueño es que los relatos surgen como explicación a episodios psicóticos o de parálisis del sueño o en sueños lúcidos no controlados. En general las alucinaciones que se tienen durante la parálisis del sueño serían sueños con algunas de las características de los sueños lúcidos, que se perciben reales mientras sucede el fenómeno; pero que sin embargo al despertar las personas que creen haber sido víctimas, recuerdan el hecho como real, llegando incluso a reconocerlo como un acontecimiento vivido realmente durante el resto de sus vidas. Esta explicación se basa en que los relatos de abducciones se han incrementado luego de que las historias sobre extraterrestres y las abducciones empezasen a aparecer en el cine y la televisión. La historia de los Hill fue popularizada por el periodista John G. Fuller, dando comienzo a una era de supuestas abducciones que seguían un patrón similar al descrito por los Hill, hoy en día asumido culturalmente. Esto dificulta el trabajo de los ufólogos, ya que deben descartar los casos en los que se demuestra que la “víctima” sólo tuvo un episodio paranoico, por lo que resulta más complicado dar con casos en los que aparentemente sí sucedió un rapto real. En cualquier caso, la posibilidad de “episodio paranoico” es anecdótico: no es necesario en absoluto sufrir algún tipo de inestabilidad mental para sufrir episodios de parálisis de sueño y autoconvencerse de haber sido raptado por algún tipo de entidad. En realidad, los episodios de parálisis de sueño no dan lugar solo a interpretaciones del tipo abducción, también son interpretados como visitas de ángeles, posesiones demoniacas. Hay creyentes en el fenómeno de la abducción, que igualmente afirman que varios personajes de la antigüedad, tales como algunos personajes indicados en relatos bíblicos y prebíblicos habrían sido abducidos en aparentes “nubes” o carros de fuego a través los cuales “ascendieron a los cielos”. El caso del profeta Ezequiel, o de Elías (ascendiendo al Cielo a través de un carro de fuego que provenía del cielo), o incluso Jesucristo (subiendo al cielo a través de una nube tras su ‘resurrección’) hace lanzar a algunos ufólogos la idea de que el fenómeno no es solamente actual, sino que existió a través de los años, incluso en la más remota antigüedad. Frente a estos argumentos, los críticos, la comunidad científica y los escépticos indican que la hipótesis de la abducción no deja de ser una explicación ad hoc, ya que las nubes y carros de fuego podrían ser metáforas para un relato religioso y no hay ninguna evidencia de que esos relatos deban ser interpretados de otra manera. Desde el punto de vista historiográfico además se trataría de hipótesis argumento desde la ignorancia, porque los que realizan tales interpretaciones ufológicas ignoran a qué se refieren esas historias, el significado de tales imágenes en la cultura y cosmovisión de los autores. Ezequiel, por ejemplo, describe un típico carro-trono adornado con querubines, al más puro estilo fenicio, tal cual es representado en relieves y monedas de la época, solo que de enormes dimensiones dada la importancia del dios que está sentado en él. El caso de Elías - “llevado al cielo en un carro de fuego” - y el propio Jesús - “ que se elevó al cielo hasta desaparecer entre nubes luminosas” – sorprendentemente es algo similar ya que utilizan un lenguaje de la época para describir lo que hoy para nosotros serian naves alienígenas. Pero estos extraños fenómenos sobre los secuestros extraterrestres siguen ocurriendo en nuestros días, y en el Perú, el más famoso de los ‘contactados’ es sin lugar a dudas, el ufólogo Sixto Paz Wells. Conocido por haber sido la cabeza visible de la Misión Rahma en varios países de América y en España, se destaca entre los ufólogos por haber convocado a la prensa internacional a avistamientos programados con antelación en más de diez ocasiones. Autodefinido como ‘contactado’ por extraterrestres, ha publicado 20 libros en español y uno en inglés sobre el tema a junio del 2017. En su trabajo sobre ufología asegura poseer un método sistemático de preparación física y mental para propiciar el contacto, así como protocolos para documentar, validar y confirmar las experiencias de contacto con seres de otro mundo. Así como este caso, hay centenares de eventos similares de abducidos en todo el mundo que lo único que manifiestan es que no estamos solos en el universo.