TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 19 de noviembre de 2013
LA UMA: Una bruja que tiene la particularidad de poder separar la cabeza de su cuerpo
Venga ya, debo aclarar en primer lugar que no se trata de Martha Chávez, aquel horrible engendro del demonio protagonista de un patético espectáculo en el Congreso, Se parece pero no lo es, a lo mejor son primas hermanas por lo feas - quien sabe - pero mejor dejémoslo ahí y vamos con lo nuestro ¿vale?: Sucede que existen diferentes mitos andinos que tienen a mujeres como protagonistas, uno de aquellos es el de la Uma, una palabra quechua que traducida al español, se entiende como “cabeza”, no obstante, el término se utiliza para designar a aquella cabeza voladora que flota por los aires, dando sustos con su terrible aspecto: enorme cabellera, ojos saltones y gran dentadura, llorando y gimiendo en las noches. También llamadas Ayapumas o Uma-waqya - se dice que estas cabezas provienen de las brujas, que tienen la habilidad de separarlos de su cuerpo. Mientras dura el hechizo, el cuerpo espera inerte a que la cabeza voladora regrese, luego de haber conseguido sus macabros fines. Se trata sin duda alguna de un alma en pena, que paga sus culpas vagando por los caminos solitarios. Nadie sabe por qué fue condenada al Purgatorio, ni por qué se empeña en provocar el susto. Al respecto, Guaman Poma de Ayala escribió en 1615 un pequeño fragmento acerca de esta leyenda que ya era conocida en su tiempo: “los indios agüeros dicen que sale y anda cabezas de los vivos o sus brazos o piernas o sus tripas de los hombres o de las mujeres. Decían que estos tales indios habían de morir o partir cada uno de la tierra o de sus mugeres o de sus maridos o los hijos de sus madres y padres" Para identificar a una Uma, es necesario saber que aquella no se deja visitar en ciertos días de la semana, cuando su cabeza se separa de su cuerpo y sale al campo buscando nuevas víctimas. La Uma, prefiere como víctimas a hombres, especialmente jóvenes. Si la Uma (cabeza voladora) pasa por entre las piernas de su víctima, aquel morirá irremediablemente; se dice también que si el cuerpo de la Uma es destruido (quemándole con sal el cuello cercenado), aquella se verá obligada a andar sin dirección esperando un hombre al cual adherirse y del cual vivir hasta que lo consuma totalmente. Una forma, que según cuentan, es ideal para liberarse de la cabeza voladora, es pasando entre árboles espinosos a los que la Uma teme. Pasar por dichos árboles, si se tiene a una Uma pegada o persiguiéndolo, hará que sus cabellos se enreden en los espinos y quede atrapada hasta morir. Hay muchos casos de personas que la han escuchado, quejarse en la oscuridad de la noche o escucharla llorar, acompañada de un aire sigiloso y espectral, que obliga a uno a escapar para ponerse a salvo y no convertirse en otra víctima de estas demoníacas criaturas de los Andes.