TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 29 de marzo de 2016

COMO PARA NO CREERLO: OVNIS sobre el cielo de Yungay

Han pasado 49 años de este inusual suceso y hasta el día de hoy nadie puede dar una explicación satisfactoria de lo que realmente ocurrió en aquella oportunidad. Sucede que en marzo de ese año, un aficionado pudo tomar en Yungay - ciudad ubicada al norte de Lima - unas fotografías en los que aparentemente aparecían dos OVNIS volando juntos y a plena luz del día, un hecho considerado “único” por los investigadores porque es muy raro que ello ocurra. Se le considera también como un caso aún "abierto" en la ufología mundial, dado que hasta el día de hoy, el autor de las fotografías, está con paradero desconocido. Los pocos datos que se conocen del caso son los siguientes: un día de agosto de ese año, posiblemente el 15, Augusto Arranda – supuesto autor de las fotos- visitó Yungay. Antes de salir de excursión pidió prestada a su amigo una vieja cámara Voightlander. Compró un rollo de película y se dispuso a recorrer los alrededores y tomar algunas vistas. Tras aquel paseo, Arranda manifestó a su amigo “que había visto y fotografiado OVNIS” aunque este no le creyó. A su regreso a Lima, y tras revelar el rollo, envió a Yungay un álbum sellado, con copias de las fotos de las cumbres y de los OVNIS, pero su amigo no le dio importancia y quedaron olvidadas casi por unos dos años. Parte de las fotos fueron reveladas por una indiscreción de un empleado de Kodak que al revelar el rollo, hizo una copia de la secuencia sin consentimiento ni autorización de Arranda, las cuales cayeron en manos investigador norteamericano J. Richard Greenwell, En 1968. La localización de un juego completo de fotografías en Yungay fue posible gracias a un oficial del Ministerio de Marina del Perú. Greenwell viajó entonces a Yungay y pudo entrevistarse con el amigo de Arranda, quien le proporcionó las tres copias que faltaban y que habían sido retenidas en Lima por Kodak. De esta forma, Greenwell fue atando cabos, logrando las cuatro copias que, al parecer, forman la secuencia total. A pesar de los esfuerzos e investigaciones de Greenwell, el fotógrafo no pudo ser localizado. Esto significa que los negativos no han sido analizados aún y que los detalles del avistamiento siguen siendo "vírgenes".Los expertos del APRO, a cuya organización pertenece Richard Greenwell, analizaron sin embargo las copias sacadas de dichos negativos - también denominadas "de primera generación"- y no encontraron elementos que según afirman “revelaran un trucaje o manipulación”. No obstante, y mientras no aparezcan dichos negativos, la secuencia no podrá ser considerada como oficial y definitivamente positiva. El hecho encierra en sí mismo otras circunstancias muy favorables, que inclinan a los investigadores a creer en la bondad de dichas fotos: ni el testigo y fotógrafo - Augusto Arranda - ni su amigo, han pretendido publicidad alguna. Todo lo contrario. Las fotografías han tenido que ser "descubiertas" y sacadas a la publicidad por investigadores y luego de no pocos esfuerzos. Por su parte, la cámara Voightlander y una copia original de la secuencia OVNI se perdieron con el alud del terremoto de 1970, el cual arrasó con Yungay y con casi todos sus habitantes, entre ellos el amigo de Arranda, el cual por cierto, también se encuentra con paradero desconocido y nadie sabe si vive todavía. Como podéis notar, al dia de hoy no existe una certificación plena de que ello haya ocurrido en realidad y por lo tanto, se trata de otro enigma sin respuesta.

martes, 22 de marzo de 2016

JESÚS: Un mito que perdura a través del tiempo

Convertido en uno de los hechos más controvertidos de la historia ya que inclusive no existe prueba alguna de su existencia, es inconcebible que a pesar de los siglos transcurridos, todo lo referente a Cristo haya calado tan profundamente en la mente de muchas personas, a pesar de las grandes contradicciones que lo rodean. No debe sorprender por ello que para la gran mayoría de la humanidad, toda esa mitología acerca de la concepción “mágica” de Jesús, la leyenda de un ángel que conversa con una madre virgen para anunciarle que carga la simiente de un ser sobrenatural, y que narra la aparición de una peculiar “estrella” que brilla de súbito en el cielo para guiar a otros personajes míticos como los Reyes Magos, no resulta menos fantasiosa que la existencia - por ejemplo - de aquellos trineos voladores tirados por renos alados que llevan a Santa Claus en Navidad. La verdad es que nadie sabe cuándo o dónde nació Jesús. Ni siquiera se ponen de acuerdo los evangelistas: según Lucas, Jesús habría nacido nueve años antes de la muerte de Herodes el Grande, mientras que Mateo fija esta fecha dos años antes de su muerte. Tampoco sabemos el lugar. Según los Evangelios, nació en Belén, aunque para algunos historiadores es bastante probable que ello no sea más que una invención para reafirmar su ascendencia davídica. El silencio en la historiografía de la época de Jesús es asombroso, señala Karlheinz Deschner, quizás el mayor erudito e investigador de la historia del cristianismo. Resulta pasmoso que ningún historiador de su época hablara “del más grande de los galileos”, ni en Grecia, ni en Roma ni en Palestina. Ni Petronio ni Lucano lo mencionan. Tampoco existen referencias en Plinio el Viejo, ni en Plutarco. Ni siquiera Justo de Tiberíades, contemporáneo y vecino suyo, lo nombra. Tampoco el mayor conocedor del judaísmo de su época, Filón de Alejandría, se refiere a Jesús en sus escritos. Las primeras alusiones a su figura datan recién del año 112 d.C., y provienen de Plinio el Joven, quien sin duda recoge una versión interesada de los primeros “cristianos”. Es cierto que existen breves referencias a ese personaje por parte de Flavio Josefo, que es para los apologéticos la mayor “prueba” de la existencia de Jesús, fuera de las Sagradas Escrituras, sin embargo, son muchos quienes han dudado de la autenticidad del documento flaviano. La sospecha de que podría tratarse de una falsificación cristiana del siglo III se sustenta en estudios filológicos, ya que el estilo del texto no permite reconocer a Josefo. Llama la atención, por ejemplo, que un judío ateo diera testimonio de milagros, de resurrecciones y profecías. Señala además Deschner que ninguno de los antiguos padres de la Iglesia hace mención de la supuesta cita, ni Justino, ni Tertuliano ni Cipriano. Y añade otro argumento: se conoce la existencia de un manuscrito del mismo texto, que data del siglo XVII, y que perteneció al teólogo holandés Gerhard Johann Vossius, en el que no se dice ni una palabra sobre el tal Jesucristo. Sus seguidores - por el contrario - alegan que la existencia del Jesús histórico está más que demostrada. Como parte de las “pruebas”, se cita un pasaje de los “Anales”, de Tácito, en el cual se hace alusión a un hombre crucificado por órdenes de Poncio Pilato. No obstante, muchos historiadores dudan de su autenticidad, ya que resulta sospechoso que la cita aparezca por primera vez en un manuscrito del siglo XI sin que nadie mencionara nada al respecto durante diez siglos. No sobra advertir que también se ignora la fecha exacta de la llamada crucifixión. Algunos la sitúan entre el año 26 y el 36 d.C., período en que Pilatos fue prefecto de Judea, mientras que otros, como Ireneo, obispo de Lyon, aseguran que Jesús era ya quincuagenario “cuando fue crucificado”. Como señala el teólogo Hans Joachim Schoeps, de los Evangelios “no es posible deducir al Jesús primigenio, tal y como realmente fue ya que esta construido en base a una mentira”. Es por ello que la figura del tal Cristo es una construcción mítica de sus seguidores, ya que todo lo que conocemos sobre su vida y sus enseñanzas proviene de la tradición oral y de historias fragmentarias, a menudo contradictorias, escritas por primera vez entre sesenta y cien años después de su muerte, en base a relatos inventados ya que ninguno de ellos fue contemporáneo suyo y ser testigo de sus “milagros”. Así, Marcos jamás escuchó a Jesús en persona, y solo escribió lo que recordaba “habérsele oído” a Pedro. Lo mismo es cierto para Mateo y Lucas. Y son mayoría los historiadores que ven en el cuarto evangelio - el de Juan - un texto ahistórico, explica Deschner. ¿Quién fue en realidad Jesús? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Para unos fue un profeta apocalíptico; para otros, un revolucionario y un taumaturgo. Para los cristianos, el hijo de Dios. Lo más razonable, sin embargo, es pensar que este personaje no sea más que una amalgama de realidad y ficción, una figura mítica surgida del delirio de la fe, tal como reconocen los teólogos más críticos, quienes admiten que “nada puede comprobarse de su vida, ni de su desarrollo, ni de sus estadios, ni de lo que realmente sucedió”. Es más, no se conoce el original de ningún libro bíblico. Aquellos que existen son copias de copias, de otras copias, con historias inventadas y enseñanzas agregadas posteriormente por quienes los escribieron. “De los originales solo perdura una selva de variantes, añadidos, supresiones…”, afirma el teólogo Hans Lietzmann. El ruido informático acumulado a través de los siglos es incalculable. De ahí que los textos neotestamentarios no tengan el más mínimo interés como documentos históricos, en opinión del teólogo y erudito en lenguas antiguas, Kendrik Grobel. Resulta increíble que sean muchas veces los mismos creyentes los menos interesados en conocer la verdadera historia de su fe, prefiriendo vivir en el engaño. Quizá tenga razón Nietzsche cuando afirmó que el cristianismo es el arte de repetir hasta la saciedad una mentira para convertirla en una “verdad”. Y todo indica que así lo fue.

martes, 15 de marzo de 2016

EL DUENDE DE CARHUAZ: Una enigmática figura del cual se cuentan muchas historias

Una noticia dada a conocer el último fin de semana, indica el hallazgo de un personaje en forma de duende tallado en una roca, que se encuentra en las cercanías de Carhuaz, una ciudad perteneciente a la Región Áncash. Se trata de una figura antropomorfa tallada en una gigantesca piedra - ubicada en medio de unos extensos pastizales de la zona de Yananmarca - la cual es conocida por los pobladores locales desde hace mucho, quienes indican con temor que evitan acercarse al lugar ya que se han percatado en determinadas ocasiones de ruidos extraños provenientes del lugar, así como de las continuas apariciones de un duendecillo en sus alrededores. Si bien la criatura esculpida no es visible a simple vista, basta echar un poco de agua a la roca para que aparezca una misteriosa figura que por cierto, tiene un gran parecido a los grabados pertenecientes a antiguas culturas prehispánicas que florecieron en la zona. En efecto, cerca a la roca se encuentran las ruinas de TumshuKaiko, un centro ceremonial pre-Chavín, con una antigüedad estimada en 2.000 años a.C. El lugar, que lamentablemente se encuentra a merced de huaqueros y depredadores, tiene ese halo de misterio que envuelve a todo resto arqueológico, a ello contribuyen las miles de piezas rotas de cerámica que están diseminadas por todo el perímetro. Esto sumado a la aparición de este demonio, le confiere un aire enigmático a la zona. Aunque es prematuro hablar de la relación que podría existir entre la pétrea figura y los restos hallados, hay quienes afirman que la aparente corta distancia entre ambos, no es casual. Según una leyenda local, dicha criatura que aparece en la roca sería nada menos que el Ichik-Ollco, palabra quechua que significa “hombre pequeño”. En efecto, se dice que este vive en los remansos de los ríos o en torrentes de paisajes solitarios, por lo común; entre bosques de alisos y pastizales. Este duendecillo, pese a su aparente fragilidad, posee una fuerza descomunal, por lo que no le resulta difícil partir rocas, sacudir torrentes y agitar la tierra. Asimismo, según algunos testimonios recogidos, las campesinas de la zona jamás se atreverían a transitar por el lugar donde aparece el Ichik-Ollco – sea las 12 del día o diez de la noche- ya que existe la creencia de que este insólito personaje, podría llevarse a sus hijos o a los que estén por venir al otro mundo. Existe también la creencia de que cuando estalla la tormenta, el duendecillo se golpea el vientre con sus puños, que resuena como un tambor, y pone a flamear su cabellera. Pero cuando la naturaleza entra en calma y luego de la lluvia salen el arco iris y el sol, el Ichik-Ollco se pone a cantar. Pero no sólo canta en casos como éste, sino que lo hace en todo momento en que el paisaje reluce. Canta melodiosamente y entonces las jóvenes pastoras, imbuidas de repentina emoción, acuden a la orilla del agua y allí él las hechiza. Ellas pierden la conciencia, al punto de convertirse en mujeres mansas, prestas a corresponder a su requerimiento amoroso, y se zambullen en el agua donde él las toma en sus brazos y se las lleva a su palacio, que yace en la profundidad, todo de oro, plata, perlas y luces. Allí se hará mimar; recostado en el regazo de la pastora, gustará que se le alise el pelo, con un peine de oro. Mientras tanto los padres y familiares de la víctima, rezarán por su regreso. Su madre llorará, irá a confesarse a la iglesia, y el cura le aconsejará acudir un viernes por la noche al torrente, al manantial o al río, donde habita el Ichik-Ollco. Allí, ella rociará la corriente con agua bendita, sólo así se romperá el encantamiento y la pastora retornará a su casa, olvidando la aventura. A veces el Ichik-Ollco, para conquistar a la mujer que le gusta, recurre a otra artimaña: se pone a llorar como un niñito. La mujer creerá que se trata de una criatura abandonada o extraviada, y acudirá al lugar del llanto, donde será hechizada. Como este, hay muchas otras historias que se cuentan sobre este misterioso personaje que aparece grabado en dicha roca. La verdad, vaya uno a saber.

martes, 8 de marzo de 2016

TERROR HECHO EN EL PERÚ: No estamos solos

Estrenada en enero de este año, ‘No estamos solos’, es una producción de Miedo Entertainment que intenta explorar el género del terror abordando como nunca antes el tema del exorcismo, ejecutada con todos los ingredientes necesarios para que el público pueda disfrutar de una historia potentemente aterradora hecha en el Perú. El elenco - encabezado por Marco Zunino¸ Fiorella Díaz, Lucho Cáceres, Jimena Lindo y Zoe Arévalo, bajo la dirección de Daniel Rodriguez Risco y la asesoría profesional en temas paranormales de Felix Rivera - se basa en la historia de una familia integrada por Mateo, Monica y Sofía de 8 años, que se muda a una casa a las afueras de Lima lo cual debería servir como una suerte de nuevo comienzo, pero Sofía no está contenta con este cambio en sus vidas. Extraña a su fallecida madre y no se lleva bien con la nueva pareja de su padre. Desde la primera noche, la niña es acechada por algo aterrador. Estos acosos se hacen cada vez más violentos y perturbadores, por lo que requerirán la presencia de un sacerdote exorcista que intentará ayudarlos sin imaginar las consecuencias. El principal problema de “No Estamos Solos” es su guión. Los trailers daban la impresión que la película iba a ser una suerte de mezcla entre “El Exorcista”, “Poltergeist” y “El Aro”, y al haberla visto estos temores quedan confirmados. La narrativa es extremadamente predecible, y parece estar contenta con homenajear a la mayor cantidad posible de películas famosas de terror. Para destacarse, “No Estamos Solos” debió haber hecho algo diferente, algo único, pero lamentablemente ese no es el caso. Hace tiempo que elementos como una cama flotante o una mujer poseída con voz profunda dejaron de dar miedo. Sin embargo, hay que admitir que Daniel Rodríguez fue capaz de generar una atmósfera bastante terrorífica alrededor de este guión derivativo. El director es lo suficientemente talentoso como para poder generar suspenso a partir de situaciones que hemos visto varias veces en cintas anteriores: espíritus cubiertos por sábanas, niños fantasmas que solo aparecen en fotos, e incluso un sótano oscuro lleno de objetos antiguos y posiblemente malditos. Esta última locación sirve para una escena que se parece mucho a una de “El Conjuro”, sin embargo funciona muy bien gracias a una lograda dirección de arte, y a los planos elegidos por el director. De hecho, todo el apartado técnico es muy correcto. La dirección de fotografía es cumplidora: los colores están desaturados, la imagen tiene un tinte azulado permanente, y las sombras son utilizadas efectivamente para desarrollar una sensación palpable de inquietud y horror. La cinta contiene planos muy interesantes: un plano cenital, que comienza en el rostro de un personaje y termina con una caja de música maligna dentro de un closet, resultó ser muy efectivo, y la escena en que el cura, interpretado por Lucho Cáceres, sube las escaleras de la casa dirigiéndose a realizar un exorcismo, está encuadrada de tal manera que su personaje parece estar saliendo de una tumba. El sonido, un aspecto vital para que une filme de terror funcione, está bien logrado, pero la música incidental, en vez de complementar las acciones, se siente muy exagerada. Hay sustos muy efectivos a lo largo de la película, pero muchos de ellos están acompañados de música estridente de cuerdas; este es un recurso que simplemente ya no funciona. Dichos momentos habrían asustado más si se obviaba la música, quizás solo con algo de sonido salvaje, depender de música fuerte para hacer que los miembros del público salten le quita atmósfera y seriedad a la cinta. Por su parte, Marco Zunino le otorga credibilidad a un papel poco desarrollado: el del padre de familia cariñoso pero estricto. Fiorella Díaz interpreta de manera muy sutil a Mónica, lo cual contrasta con su actuación deliciosamente demoníaca durante la escena del exorcismo. Zoe Arévalo demuestra mucho potencial como Sofía, aunque por momentos el personaje se le escapó de las manos.. Lucho Cáceres es creíble como un cura con un pasado oscuro, y Jimena Lindo, Fernando Bacilio, Paul Vega y el talentoso Matías Raygada (quien debutó el año pasado en Cementerio General 2 y La Herencia) no tienen más que cameos glorificados. Curiosamente, a diferencia de otras películas de terror que quizá son demasiado ambiciosas para los bajos presupuestos que manejan, me pareció que “No Estamos Solos” se quedó un poco corta en sus aspiraciones. Es cierto, Rodríguez Risco, al parecer, ha sido muy minucioso en lo que se refiere a planos y movimientos de cámara, pero la historia definitivamente pudo ser mejor desarrollada. Consideren, por ejemplo, al personaje de Lucho Cáceres. Se trata de un cura cuyo pasado está ligado a la casa en la que vive la familia de Mateo y que, a pesar de dedicarle su vida a Dios, es un bebedor algo cínico. Esta es una caracterización interesante, pero lamentablemente el guión hace muy poco con esto, explicando su backstory a través de breves diálogos y en general dándole poca importancia. Otro ejemplo de esto es también el clímax de la película ya que se trata de una conclusión repentina, anticlimática y en general insatisfactoria. Si bien “No Estamos Solos” es una película que ha sido realizada con esmero y dedicación, no se puede evitar sentir que pudo haber sido algo más original; quizás una historia mejor desarrollada con una mitología más profunda alrededor de sus espectros y tener un clímax menos apresurado. La película no es mala en si, pero a su director le falto innovar para no repetir una fórmula vista reiteradas veces en otras cintas del género.

martes, 1 de marzo de 2016

LOS FANTASMAS DE LA CASA DEL PUEBLO: Entes demoníacos del partido de la estrella

Conocido como un nido de ratas debido a la cantidad de latrocinios cometidos por los integrantes de esa agrupación mafiosa liderada por Alan García Pérez (el bufón de los narcoindultos) la llamada “Casa del Pueblo”, una vieja y desvencijada construcción que se cae a pedazos, ubicada en la avenida Alfonso Ugarte y que es sede central del APRA, despide un olor nauseabundo a todas horas del día. A pesar de las continuas protestas de los vecinos exigiendo su clausura definitiva por no ser solo un potencial foco infeccioso, sino también por la peligrosidad del lugar ya que es frecuentado por delincuentes y gentuza de la mas baja condición, integrantes del partido de la estrella, cuyos “búfalos” mantienen en vilo a todo el vecindario, las autoridades municipales no hacen nada para cerrarlo y dado que incluso hasta la policía tiene miedo de acercarse al lugar, los afectados no saben adonde acudir. La pestilencia que emana de ese fétido lugar es legendaria y según se dice proviene de los fantasmas que - cual roedores - pululan el lugar. Según una creencia generalizada, se dice que estos olores desagradables pueden atribuirse a manifestaciones demoníacas. El pasado 24 de noviembre le dedique una entrada a los fantasmas existentes en el Congreso en la República, quienes se “pasean” en la oscuridad de la noche, tanto por los pasillos del parlamento como en el hemiciclo, destacándose entre ellos el de Haya de la Torre, aquel vejete de voz ridícula y de conocidas tendencias sexuales, que de seguir con vida, haría pareja con “la” Carlos Bruce, acérrima “defensora” del matrimonio homosexual. Sin embargo, no es el único lugar donde este impresentable sujeto hace sus fantasmales “apariciones”, ya que también ha sido “visto” merodeando en los interiores de la llamada “Casa del Pueblo” vaya uno a saber con que intenciones, quizá para satisfacer sus mas bajas pasiones con algún “búfalo” que se le cruce en su camino. Y es que la “fama” que envuelve a sus integrantes debido a sus desviaciones sexuales es por todos conocido. Incluso se dice que en determinadas fechas, se convierte en una especie de “jaula de las locas” donde el bufón de los narcoindultos se convierte en la “reina” de la noche. ¿Se imaginan al panzón vestido de mujer disputando el cetro con “alguna” de sus “correligionarias”? Verdaderamente repugnante. Por eso no nos llama la atención que el pasado fin de semana, dicho lugar haya sido atacado por espontáneos manifestantes deseosos de erradicar ese antro de perdición. Esperemos que en una próxima oportunidad, tengan más suerte, prendan fuego al lugar y consigan su objetivo.