TIEMPOS DEL MUNDO

martes, 29 de enero de 2019

EL TRIBUNAL DE LA INQUISICION: 450 años de horror en el Perú

Un 25 de enero de 1569, hace 450 años, se creo en Lima el Tribunal de la Inquisición, una de las más sanguinarias y siniestras instituciones ideadas por una corrupta y decadente Iglesia Católica “para combatir a la herejía”, el cual entró en funciones en 1570 siendo Virrey del Perú Francisco de Toledo, iniciando sus actividades en un local que se ubicaba al frente de la Iglesia de la Merced, en el actual jirón de la Unión; pero, como este era muy céntrico y resultaba poco propicio para su funcionamiento, en 1584 se trasladó a su sede definitiva en la Plaza de la Inquisición (hoy Plaza Bolívar), donde funcionó hasta su abolición en 1820, durante las guerras de la Independencia. Su misión era perseguir implacablemente a todos aquellos “herejes” quienes resultasen sospechosos de ser luteranos y judíos, los cuales eran torturados brutalmente con un sadismo nunca antes visto para obligarles a confesar sus “pecados” luego de lo cual, convertidos en despojos humanos, eran arrojados aun vivos a la hoguera en los llamados Actos de Fe para que “se purifiquen de sus pecados” que era ejecutado en la Plaza Mayor como si fuera un espectáculo público. Tamaña monstruosidad también estaba reservada para aquellos infelices que eran acusados de brujas y hechiceros, quienes sabían el destino que les esperaba al caer en las garras de esta institución tan maldecida. Uno no puede imaginar el sufrimiento que causaban esas bestias en nombre de la “Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana”. El miedo que originaba era tal que muchos temían incluso de pronunciar su nombre. Nadie estaba a salvo de sus garras ya que uno podía ser espiado por su vecino y por venganza denunciado ante el tribunal. Así, al aparecer la tenebrosa calesita verde en la puerta de la casa del acusado, podría considerarse perdido ya que una vez conducido a las mazmorras, su condena era segura. El odio acumulado durante siglos hacia esa institución estallo por fin en 1813, cuando las Cortes de Cádiz decretaron su abolición en todos los dominios españoles y la noticia como no podía ser de otra manera, fue recibida con júbilo por la población limeña, que se lanzo a las calles a manifestar su rechazo a esta forma de tiranía religiosa. En Lima, gobernada en ese entonces por el Virrey Fernando de Abascal, apenas se dio a conocer la noticia al ser publicada en La Gaceta, muchas personas movidas por la curiosidad y con gran excitación, entraron por la fuerza a la sede del Tribunal y al ver que estaba desierta y nadie la custodiaba, hicieron victimas de su furia a la mesa y sillas de la entrada que fueron rápidamente destrozadas. Ingresando a la Sala de Audiencias, arrancaron las gruesas cortinas adornadas con el escudo del Tribunal y fue allí donde descubrieron que el gran crucifijo que presidía la Sala, muchas veces invocado para solicitar la absolución o el castigo de algún acusado era movible: un hombre se escondía en la escalera, entre las cortinas e introduciendo sus manos a través de la cabeza de Cristo movía esta en forma de asentir o disentir. Cuantas personas perdieron la vida o sus propiedades por este juicio “santo”, e invadidos por el miedo de esta falsedad, nunca apelaron. La gente ahora exasperada de rabia tras este descubrimiento gritaba “venganza!” una y otra vez, arrancando el crucifijo y partiéndolo en cientos de pedazos. A continuación, la puerta que conducía al interior de la llamada Sala del Secreto, que conducía a los archivos, fue bruscamente destrozada. Aquí hallaron armarios llenos de papeles, conteniendo los expedientes de aquellos infelices que habían sido acusados o juzgados y encontraron además los nombres de varios conocidos y aun de aquellos que participaban en el asalto al odiado Tribunal en ese momento. Muchos de los que hallaron sus propios nombres allí, cogieron los papeles y los guardaron en sus bolsillos. Se encontraron además libros ‘prohibidos’ en abundancia, los cuales pasaron a manos de sus nuevos dueños. También había una gran cantidad de pañuelos de algodón impresos. Estos habían provocado el desagrado de la Inquisición porque tenían estampada una figura religiosa, levantando un cáliz en la mano y una cruz en la otra. Tal vez algún comerciante las había mandado estampar como insignias devotas y pensó así tener muchos compradores, pero olvido que podían ser utilizadas para limpiarse la nariz o escupir sobre la cruz, incurriendo en herejía. Para prevenir tal crimen, el tribunal religioso había decomisado toda la mercadería al por mayor, omitiendo pagar su valor al propietario, quien pudo considerarse afortunado de no terminar de combustible para la hoguera. Saliendo de esta habitación, la gente ingresó por fin en la siniestra sala de torturas, donde pudieron descubrir todos los monstruosos aparatos que solo una mente demoníaca pudo crear. Maquinas para arrancar la lengua a los acusados, otros para fracturarle los huesos y mas allá cepos y en la pared aun colgados, látigos de todo tipo, que aun seguían endurecidos por la sangre seca que contenían. En un momento todos miraron hacia la puerta, temerosos que se cerrara con ellos dentro. Al principio se pronunciaban maldiciones, que al poco rato se cambiaron por insultos contra quienes inventaron tales tormentos. Las paredes además estaban adornadas con camisas de pelo de caballo - el cual no era una vestimenta tan cómoda luego de una flagelación - cuerdas con huesos humanos para amordazar y pinzas para arrancar la lengua a aquellos que se atrevían a cuestionar este tribunal. En una esquina se encontraba un caballo de madera, pintado de blanco: era el potro de tormento, destinado a servir como instrumento de tortura y al igual que los aparatos encontrados, fue instantáneamente destrozado por quienes que ya se encontraban dentro de local. Continuaron su recorrido, esta vez por las celdas: todas estaban abiertas y vacías, algunas eran pequeñas e incomodas, otras tenían un pequeño patio adyacente. Hacia la noche habiendo examinado cada rincón de esta siniestra prisión, muchos se retiraron llevando todo lo que pudieron, entre libros, documentos y otros ‘trofeos’ varios de los cuales fueron distribuidos en la puerta, particularmente los pañuelos mencionados anteriormente. Al día siguiente, el arzobispo desde la catedral, declaro ex-comulgados a todos los participantes que habían tomado y retenido en su poder cualquier cosa que hubiera pertenecido al ex-tribunal de la Inquisición. Como consecuencia de esta declaración, hubo quienes devolvieron lo que tomaron. Sin embargo, la gran mayoría de lo saqueado se perdió irremediablemente y cuando la Inquisición fue restablecida por Fernando VII en 1814, no era ni la sombra de lo que fue y en lugar de seguir persiguiendo brujas, judíos y herejes, se dedico - cual policía política - a impedir que los patriotas continúen diseminando sus ideas revolucionarias, limitándose a llamarles la atención y enviándolos a sus casas. Atrás quedaron los tiempos que por cualquier nimiedad, uno podía terminar quemado vivo. Con la proclamación de la Independencia, la Inquisición se declaro extinta y nadie se acordó más de ella, pasando su sede a ser propiedad del Congreso, convirtiéndose en un museo de horror en el cual se puede apreciar actualmente las salas de tormento e instrumentos de tortura - copias de las originales destruidas en 1813 - para darse cuenta de los métodos sangrientos utilizados por la Iglesia Católica para intentar mantener sometidos a la gente. Pero como podéis notar, nada es eterno.

martes, 22 de enero de 2019

¿UNA TECNOLOGIA ALIENIGENA INCREIBLEMENTE AVANZADA?: Detectan extrañas y misteriosas señales procedentes de una galaxia muy lejana

Científicos canadienses detectaron, con ayuda de un instrumento conocido como CHIME 13, nuevas ráfagas rápidas de radio (FRB) o señales espaciales de origen desconocido. Lo más interesante es que el equipo descubrió que una de las señales se repite, característica que solo se había registrado antes en otra señal similar. Según reporta un comunicado que resume dos estudios publicados en la revista Nature, las misteriosas señales - de milisegundos de duración - provienen de un lugar desconocido fuera de nuestra galaxia, ubicado a unos 1.500 millones de años luz. En total, durante el año pasado se descubrieron 13 fenómenos como este, todos en el verano. Hasta ahora, los científicos habían detectado solo una señal repetitiva, a la que denominaron como FRB 121102. Captada en el 2012, se repitió 16 veces, y su origen fue rastreado en una galaxia enana ubicada a 3.000 millones de años luz. La nueva ráfaga, llamada FRB 180814.J0422+73, se repitió seis veces. Además, los investigadores reportan que 7 de aquellas 13 ráfagas se registraron en la frecuencia de 400 mega Hertz, que sería la frecuencia más baja registrada hasta ahora para este fenómeno (la más baja anterior fue de 700 MHz). Los autores del estudio destacan algunas similitudes entre las ráfagas que se repiten, la FRB 121102 y la FRB 180814.J0422+73, y considera que este hecho puede sugerir mecanismos de emisión o efectos de propagación similares. La primera ráfaga rápida de radio, FRB 010724, fue detectada en el año 2007 por un grupo de científicos de la Universidad de Virginia Occidental, Estados Unidos, mientras estudiaban los datos recopilados por el telescopio australiano Parkes en 2001. Desde entonces, este fenómeno cósmico ha pasado a ser uno de los principales enigmas astrofísicos, sin que se haya logrado aún comprender su naturaleza. El origen de las ráfagas rápidas de radio es desconocido, pero la mayoría de científicos afirman que son generados por poderosos fenómenos astrofísicos que emanan desde miles de millones de años luz fuera de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Estos fenómenos podrían incluir agujeros negros y estrellas de neutrones superdensas en fusión. Sin embargo, algunos expertos como el profesor Avi Loeb, del centro de astrofísica Harvard-Smithsonian, han postulado teorías más extravagantes. El científico sugiere que podrían ser evidencia de una tecnología alienígena increíblemente avanzada. "Vale la pena contemplar y comprobar un origen artificial" de las ráfagas, señaló. En una investigación realizada junto con su colega de Harvard Manasvi Lingam se sugiere que las FRB podrían ser fugas de transmisores alienígenas del tamaño de un planeta. Estos transmisores podrían usarse para impulsar naves espaciales gigantes, plantearon.

martes, 15 de enero de 2019

LA VIUDA NEGRA: El presagio de la muerte

Venga ya, a primera vista pareciera que nos estamos refiriendo a las infames brujas del fujimorismo, aquellas viejas feas y malvadas que se lamentan por la triste condición de esa organización delincuencial que una vez aterrorizó a millones de peruanos con sus monstruosos crímenes y que hoy se encuentra en proceso de extinción. Pero no se trata de esa impresentable panda de arpías. Ya habrá tiempo para ello mas adelante. Esta por el contrario, es una historia perdida de la Lima antigua, acerca de una misteriosa mujer vestida de oscuro, cuya sola presencia podía causar la muerte. Se dice que esta leyenda urbana se origino en los años 30 del pasado siglo en los Barrios Altos, cuando cerca de la calle las cruces, en el jirón Huánuco, un joven bien parecido y codiciado por las jóvenes de ese tiempo dispuestas a casarse, se encontraba paseando, cuando de pronto se encontró con una mujer hermosa y que lo impactó a primera vista, empezando a tener una conversación muy entretenida, y al entrar en confianza, dicha dama lo invita a quedarse con ella en su casa esa noche, una oferta que el joven no quiso rechazar y aceptó amablemente. Al llegar a la casa de ella, éste quedó impactado por la elegancia del lugar, pero lo que más le llamó la atención fue un cuadro colgado en la pared, en el que se encontraba la dama vestida de novia, junto a su esposo. Ella le dijo que años atrás había enviudado, respondiendo a la pregunta del joven. Por la madrugada y luego de haber estado con ella, el joven se despierta muy aturdido y sale del lugar hacia su casa, sin recordar donde estaba o qué había pasado hasta el siguiente día. Éste, recordó que había olvidado el reloj de oro en la casa de aquella dama, así que fue hacia allá a recogerlo. Al llegar, se da con la sorpresa de que sólo habían matorrales y casas en ruinas por el transcurso del tiempo, así que se dirigió a la comisaría cercana y pidió que lo acompañe un policía. Al llegar, los vecinos indicaban que nadie vivía allí desde muchos años atrás. Una señora mayor de edad, al ver que los vecinos se habían acercado a hablar con el joven y el policía, se acercó y dijo a ambos y les contó de una mujer quien se acerca a los jóvenes cuando éstos van deambulando por la calle en busca de alguna conquista y los lleva a su supuesta casa invitándolos a pasar la noche. “Ésta dama es nada menos que la viuda negra, quien regresa del mas allá para atormentar a sus incautas victimas” aseveró la anciana. Tanto el joven como la policía la creyeron loca, ero al examinar exhaustivamente el lugar, encontraron el reloj de oro entre las ruinas, lo cual afecto profundamente a su dueño, ya que significaría que efectivamente pasó la noche con un ente que había dejado de existir años atrás, perdiendo la razón por ese motivo, terminando sus días en un hospital psiquiátrico. Todo parecía indicar que la historia termina aquí, pero resulta que desde entonces han ocurrido una serie de casos similares, en los cuales muchos de los que han tenido contacto con esa aparición espectral, fueron encontrados en las inmediaciones del lugar a la mañana siguiente botando espuma por la boca y encerrados en el manicomio. Se dice además que suele aparecerse a los taxistas a altas horas de la noche y al subir al coche para que la lleven a cierta dirección, desaparece súbitamente al pasar por un cementerio. Es mas, algunos de ellos se arman de valor y van a dirección citada, pero resulta que esta no existe. Otros cuentan que volvieron a verla entre las tinieblas  como esperando a su próxima victima, y solo aceleran el coche para evitar volver a encontrarse con ella. La verdad de todo ello, vaya uno a saber.

martes, 8 de enero de 2019

LA CORDILLERA DEL CÓNDOR: ¿Enigmáticos pasajes a un mundo subterráneo?

En septiembre del año pasado se dio a conocer la existencia en la Amazonia de la entrada a una ‘Tierra de gigantes’ que se encontraría ubicada nada menos que en el centro de la Tierra. En esta ocasión la historia se repite, pero su localización nos remite a la Cordillera del Cóndor, ubicada en la frontera entre el Perú y Ecuador. Se trata de una zona remota y de difícil acceso, cuyos misterios insondables que alberga este rincón poco conocido del planeta, puede generar un sinfín de oportunidades por conocer más sobre cómo pudo haber sido el pasado, remoto y no tanto, de quienes forjaron las civilizaciones que anteceden al mundo, tal como se lo conoce hoy. En ese contexto, se trata de un lugar que aún tiene mucho por descubrir. Un ejemplo muy acabado es la llamada Cueva de los Tayos - ubicada en el lado ecuatoriano - sitio que si bien se conocía desde mucho antes, fue redescubierto hace algo menos de 50 años por el investigador húngaro János Móricz (1923–1991) y que ha develado varias cuestiones para analizar y muchas otras que se llevó a la tumba. Situada en las faldas septentrionales de esta cadena montañosa oriental de la Cordillera de los Andes, a una altitud aproximada de 810 metros de un suelo irregular, existe la entrada más conocida, quizá la principal pero no la única a un mundo subterráneo que, quizá, haya albergado alguna vez una civilización ya extinguida relacionada con el siempre misterioso inframundo y, lo más sorprendente, emparentada con los jíbaros, aquellos feroces nativos reducidores de cabezas. La entrada más conocida a ese intrincado mundo subterráneo tiene por acceso un túnel que, a diferencia de los habituales, se hizo en forma vertical, algo así como una chimenea de aproximadamente 2 metros de diámetro de boca y que supera largamente los 60 de profundidad. Con estas características, imaginar un descenso fácil es imposible. Es más, no cualquiera puede transitar ese canal descendente. Por eso mismo, quienes lo descubrieron y han investigado el sitio han utilizado una soga a modo de cabo y una polea para bajar. De allí, un verdadero laberinto se abre al explorador por kilómetros de enigmas bajo tierra, que deben ser recorridos en la más absoluta oscuridad. Las linternas más potentes son nada ante semejantes galerías, que bien podrían albergar un gran edificio de departamentos en su interior. El nombre de la Cueva de los Tayos tiene su razón de ser: en esas numerosas cavernas que se conectan habitan ciertas aves nocturnas, cuya visibilidad es casi nula y cuyo nombre científico es Steatornis Caripensis, pero se las conoce como tayos. Es la misma especie que se ha hallado en otras cavernas sudamericanas, pero con distinto nombre. ¿No será que todas las grandes cavernas que recorren extensas zonas bajo tierra del continente están en realidad interconectadas, y por eso las mismas aves aparecen en sitios tan distantes? Móricz estuvo por años recorriendo el territorio sudamericano, buscando como ingresar al inframundo. Es más, aseguraba que se podían encontrar entradas en varios sitios del continente. Sin embargo, luego de mucho transitar decidió enfilar rumbo a la Cueva de los Tayos. En sus inmediaciones habitan los Jíbaros, conocidos por el arte de cortar cabezas a sus circunstanciales rivales e invasores, para reducirlas a su mínima expresión, los cuales exhiben luego como ‘trofeos’. Pero además, ese pueblo y sus predecesores, fueron los primeros en explorar esos túneles que terminaban en amplias galerías. Al punto que para cada mes de abril bajaban a la cueva para hurtar los pichones de los tayos, que son más grandes que una paloma. Móricz entró en conversaciones con estos salvajes, quienes les relataron de todo cuanto había allí abajo. Hablaron de piedras talladas y le contaron cosas inimaginables. Su dominio del idioma magyar, una antigua lengua húngara, le facilitó muchos las cosas, porque sorprendentemente guarda muchas similitudes con el dialecto de los Jíbaros. Por eso, el investigador fue a lo seguro, aunque muchos también lo vinculan con una extraña orden esotérica húngaro-germana, hecho que podría explicar el profundo conocimiento esotérico que esgrimía en sus controvertidas entrevistas a diferentes medios periodísticos, en las que más de una vez citó sitios como Tierra del Fuego en la Argentina, el Cuzco en los Andes peruanos o el Lago Titicaca en Bolivia, como los posibles lugares desde donde "se puede descender al reino subterráneo". Móricz, al redescubrir el sitio declaró en esa fecha en Guayaquil y a través de un documento escrito con valor de acta notarial, que al ingresar a la cueva y luego de recorrerlas se encontró con varios objetos de enorme valor histórico-cultural para la humanidad porque - según aseguró - son pruebas una civilización desaparecida, contenidas en una serie de láminas metálicas con complejos ideogramas, y de la que consideró en ese momento no tener el menor indicio. Esto, además de un sinfín de elementos, extraños objetos, algunos inexplicables. Pero lo que resalta el investigador es aún más potente, ya que afirmaba que lo que se puede ver es apenas un pequeño muestrario de lo que en realidad es el mundo real de estos seres intraterrestres, dado que según sus propias palabras, este sitio está ubicado a tanta profundidad que al hombre no le resultaría nada fácil poder llegar. Empero, las afirmaciones de Móricz van más allá, dado que afirmó que en esas láminas o planchas metálicas, se encontraría condensada nada menos que la historia de la humanidad en los últimos 250.000 años. Demás esta decir que esta fabulosa biblioteca atrajo la atención de muchos curiosos, que luego sería popularizado por el escritor e investigador suizo Erich von Däniken, a través en su exitoso libro "El Oro de los Dioses". Esta es una de las sagas del polémico autor que se publicó en 1974 donde Däniken llegó a incluir varias imágenes entregadas por el mismo Móricz, pero además, llegó a fantasear con que había ingresado "entre sueños" a las cuevas, llegando al relatar que había visto la biblioteca metálica. Convertida en una de sus más logradas publicaciones, fue un bestseller mundial con 5 millones de copias vendidas y traducida a 25 idiomas. A raíz de esto se realizaron una serie de expediciones a las cuevas, pero una en particular es la que destacó. Fue en 1976 y la organizó el escocés Stan Hall, y que incluyó entre otros al ex-astronauta Neil Armstrong, quienes luego de ingresar en las profundidades para desarrollar sus "investigaciones geológicas y biológicas" afirmaron no haber "encontrado nada" , pero existen testimonios que se llevaron grandes cajas selladas de madera cuyo contenido actualmente se desconoce. En cuanto a las planchas y laminas metálicas dadas a conocer en su momento por Móricz, se dice que estos fueron entregados por los nativos al padre salesiano Carlo Crespi de la Iglesia de Maria Auxiliadora de Cuenca para su custodia, los cuales debido a su gran tamaño, fueron colocadas en el patio del convento, pero al poco tiempo fueron robadas y desde entonces no se sabe nada de ellas. Si el padre Crespi aun estuviese con vida, quizá podríamos rastrear el origen exacto de tan enigmáticas piezas que parecían ser muy antiguas, mostrando indiscutibles ideogramas en relieve, una suerte de "código de información" o "escritura". De ello, solo nos quedan las imágenes tomadas por el propio Móricz que pueden ser muy controvertidas, pero que no indican quienes fueron los seres que grabaron aquellas planchas. Quizás, no lo sepamos nunca.

martes, 1 de enero de 2019

LA ESTRELLA DE BELEN: Una extraño acontecimiento cósmico que desafía a la ciencia

Se trata de uno de los símbolos más reconocibles de la Navidad, pero que a pesar de ello, la ciencia aún no encuentra una explicación satisfactoria de lo que fue en realidad, si es que ocurrió alguna vez. Resulta que todo lo que sabemos sobre ese extraño acontecimiento proviene exclusivamente de la Biblia, cuya credibilidad es cuestionada por la comunidad científica. Como sabéis, los evangelios cuentan que hace más de dos milenios una brillante “estrella” guió a los Reyes Magos a Belén, en busca de un niño recién nacido. Pero ¿Qué fue lo que vieron estos personajes en el cielo? ¿Una misteriosa estrella? ¿Un cometa? ¿Una supernova? ¿O quizás una rarísima conjunción de planetas? Esta discusión requiere aceptar una suposición muy grande: que la historia de la estrella y el viaje son ciertas. El profesor David Hughes, astrónomo de la Universidad de Sheffield, en Reino Unido, publicó su primera reseña de las teorías sobre la famosa estrella en la década de 1970.Luego de años de estudiar las explicaciones astronómicas y revisando las historias bíblicas asociadas, se convirtió en un experto el tema y ha dado con algunos paralelismos históricos fascinantes. Los conocidos reyes magos eran en realidad eruditos religiosos, reverenciados astrónomos y astrólogos babilonios. Estudiaban los planetas y estrellas, interpretando el significado detrás de los sucesos cósmicos. Cualquier cosa poco común era considerada un presagio, así que la estrella debe haber sido tanto rara como visualmente espectacular. Y según Hughes, habría tenido un mensaje muy claro para los magos. Esto ha llevado a Hughes a concluir que probablemente la estrella de Belén no era una estrella, sino un conjunto de fenómenos. "Si lees cuidadosamente la Biblia", dice, "los magos vieron algo cuando estaban en su propio país (probablemente Babilonia) y viajaron a Jerusalén, donde conversaron con el rey Herodes". Según la Biblia, le comunicaron a Herodes de una señal que habían visto en el cielo y - afirma Hughes - "cuando dejaron Jerusalén hacia Belén, volvieron a verlo". La mejor explicación del astrónomo británico es algo conocido como una triple conjunción entre Júpiter y Saturno: ambos planetas acercándose en el cielo tres veces durante un corto periodo."(Esto ocurre cuando) hay una alineación entre el Sol, la Tierra, Júpiter y Saturno", afirma Hughes. Como sabéis, la tradición de eventos celestiales reflejados en eventos terrenales se originó en Mesopotamia hace más de 3.000 años. Los astrónomos y astrólogos reportaban presagios al rey; cualquier cosa fuera de lo común: tal vez la luna pasando frente a un planeta o un eclipse lunar. Su trabajo era interpretar el significado de estos fenómenos. También había una élite de adivinos en Babilonia que creaban cartas de natividad. Registraban las posiciones de los planetas, el Sol, la Luna y otros datos astronómicos al momento del nacimiento de un bebé, para poder hacer predicciones sobre su vida. Hace unos 2.000 años, los griegos convirtieron esto en la clase de horóscopo que reconocemos hoy en día, trazando los signos del zodiaco bajo los cuales salen el Sol y la Luna, así como los planetas que salieron en el este en cualquier época. Algunos creen que los sabios de Oriente o "magos" de la natividad eran astrólogos de Mesopotamia y que la estrella que salió en el este era el horóscopo que predecía el nacimiento de un rey. De ser así, estaban leyendo una carta astral en reversa; tenían la predicción y trataban de encontrar al niño que había nacido en ese preciso momento. Tim O'Brien, director asociado del Observatorio Jodrell Bank en Cheshire, Inglaterra, sugiere que debe haber sido una visión llamativa. "Es notable cuánto puede atraer tu atención que se junten dos objetos muy brillantes en el firmamento". Y una vez que los planetas alinearon sus órbitas, la Tierra "se adelantaría" a los otros, es decir, Júpiter y Saturno aparecerían cambiando de dirección en el cielo nocturno."En esa época, la gente daba gran importancia al movimiento de los planetas", explica O'Brien. Más significativo aún, se cree que ocurrió en la constelación Piscis, que representa uno de los signos zodiacales."Una triple conjunción como esta sólo se da cada 900 años", indica, así que para los astrónomos de Babilonia hace 2.000 años debe haber sido una señal de algo muy importante. La segunda explicación favorita es que se trató de un cometa muy brillante.Aunque ciertamente tiene una apariencia espectacular y etérea, los cometas son esencialmente "grandes bolas de nieve sucias" que vuelan por el espacio."Cuando se acercan al Sol, se derrite su hielo; el viento solar sopla este material hacia el espacio, por lo que se ve la cola salir del cometa" explica O'Brien. Esta cola, que apunta lejos del Sol, es una de las cosas que hizo popular la idea del cometa, agrega Hughes. "Unas cuantas personas han dicho que los cometas parecen 'sobrepasar' a la Tierra, debido a su núcleo y cola que a veces parece una flecha", comenta. El registro más oportuno fue de un brillante cometa que apareció en la constelación de Capricornio el año 5 antes de Cristo, del cual dejaron constancia astrónomos chinos. Quienes favorecen esta teoría puntualizan que se habría visto hacia el sur de Jerusalén, con la cabeza cerca al horizonte y la cola hacia arriba.Un candidato menos probable pero más famoso fue el cometa Halley, visible el año 12 a.C. "A mucha gente le gustó la idea del cometa, por eso figura en tantas tarjetas de Navidad", señala Hughes."El problema es que no son tan raros. También se les solía asociar con condenación, muerte, enfermedades y desastres", sugiere. "Si contenía un mensaje, habría sido un mal presagio". Otra teoría es que la estrella era luz del nacimiento de una nueva estrella o nova. Hay registros -también de astrónomos del Lejano Oriente- de una nueva estrella en la pequeña constelación norteña de Aquila, en 4 a.C. Hughes dice: "Quienes prefieren esta teoría afirman que esta nueva estrella estaba directamente sobre Jerusalén". El doctor Robert Cockcroft, administrador del Planetario McCallion en la Universidad de McMaster, en Ontario, señala que una nova es "una buena candidata" para la estrella de Belén."Puede 'parecer' una nueva estrella en una constelación y desvanecerse en los meses siguientes", explica."Tampoco es demasiado brillante, lo cual explica por qué no tenemos registros de ella en Occidente". Cockcroft sugiere que esto también podría haber dado a los tres reyes magos algo que seguir. Mientras que se hubiera necesitado de otros "presagios" para causar el viaje de los magos al oeste, a Jerusalén, dice, les habría tomado meses llegar y "para entonces Aquila (y la nueva estrella) podría haber salido en el cielo para aparecer en el sur. "Belén queda al sur de Jerusalén, de modo que los magos podían 'seguir' a la estrella hasta Belén". Se han propuesto asimismo otras teorías más improbables pero divertidas a lo largo de los años, añade Hughes. Una que describe como particularmente descabellada fue sugerida en 1979, en un documento académico del astrónomo George Banos: la estrella de Navidad era el planeta Urano. Banos daba a entender que los magos descubrieron el planeta 1.800 años antes que el astrónomo William Herschel registrara formalmente el hallazgo, en 1781. "Su idea era que descubrieron Urano, que era la estrella de Belén y entonces trataron de encubrir su descubrimiento” explica Hughes. “Otra mas extendida es que se trato de un OVNI el que guió a los magos y se detuvo precisamente sobre el lugar donde había nacido el niño, algo que por cierto una estrella o un cometa no puede hacer, pero ya estaríamos entrando en el campo de la especulación. Quizá nunca sabremos lo que ocurrió en aquella oportunidad” expresó.