TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 26 de diciembre de 2023
SECRETOS DE MUNDOS OLVIDADOS: En el principio era el Verbo
“In principio erat verbum” En el principio era el Verbo. Al menos así aparece escrito en la Biblia. Sin embargo, el Perú, sus culturas y reinos desaparecidos no se originaron del Verbo. No, más bien, en su principio era de piedra. En efecto, el más antiguo testimonio de los indios peruanos acerca de su existencia ha quedado en los vestigios de sus artefactos líticos. Esta huella la hallaron los arqueólogos en el valle fluvial de Chillón, a pocos kilómetros de donde hoy se levanta la capital del país, Lima. En las pendientes de los cerros que se elevan en torno al citado valle, los antiguos peruanos confeccionaron sus primeros artefactos, naturalmente de una forma muy primitiva. En estos rudimentarios “talleres” trabajo el hombre de “la zona roja”, de aproximadamente 13.000 a 14.000 años, considerado el más antiguo de Sudamérica. Pero ¿de dónde provenía? ¿O vivía allí “desde los antiguos tiempos de la humanidad”? Al respecto - dejando de lado otras teorías de los cuales nos vamos a ocupar más adelante, vinculando a las antiguas culturas del Perú con los vikingos, la Atlántida, los fenicios o los antiguos egipcios - la ciencia ha logrado demostrar de manera esencial, que el indio provino de Asia, de donde emigro en tiempos pretéritos cruzando el Estrecho de Bering, que por ese entonces era posible transitar. Precisamente, las investigaciones del profesor checo- estadounidense Alex Hrdlicka demostraron el remoto origen del indio americano, los cuales se desplazaron por todo el continente, llegando al valle de Chillón, donde se asentaron. A este periodo le sucedió otro, al cual llamamos por su ubicación, Oquendo, quienes hace 12.000 años iniciaron la confección de largas y delgadas hojas de cuchillos. Con el tiempo, modificaron nuevamente su producción manufacturera y se especializaron en la fabricación de puntas de lanzas, las cuales equivalen a cacería y por consiguiente se dedicaron a la caza mayor. Los más valiosos hallazgos que ilustran su nueva forma de vida, fueron ubicados en cuevas que generalmente le servían de alojamiento. Una de ellas – Lauricocha – lleva el nombre otorgado también a todo este periodo en la historia del Perú. Sin embargo, los hallazgos más antiguos no provienen precisamente de dicha cueva, sino de otra llamada Chilca, ubicada en una región muy seca de los andes, donde se hallaron dos cadáveres que llevaban prendas confeccionadas con materiales vegetales, demostrando que habían dejado de vestir con pieles de animales. Nuestro conocimiento sobre estos antiguos peruanos se ve completado por unas pinturas rupestres que hicieron en la cueva de Toquepala (Moquegua) hace 10.000 años, considerada la más antigua galería de pinturas del Perú, donde se retrataron ellos mismos portando un mazo o una porra, así como de sus presas, como venados y guanacos. Cabe precisar que esta galería no solo representa el más antiguo ejemplo de arte pictórico peruano, sino también es el testimonio más antiguo de sus convicciones religiosas. ¿En que consistían sus creencias? No lo sabemos con exactitud, ya que estas pinturas lamentablemente fueron dañadas por sus mismos creadores, quienes antes de salir de cacería propinaban duros golpes con sus mazos a los animales allí pintados, como indicando que eran las piezas a cazar. Pero esta cueva ocultaba más sorpresas. En efecto, un arqueólogo peruano - Augusto Cardich - encontró en el lugar tres esqueletos de niños perfectamente conservados, pero lo que le llamo poderosamente la atención es que el cráneo de uno de ellos estaba artificialmente deformado. Nos encontramos así al hecho que hace 10.000 años, el hombre de Lauricocha ya practicaba la deformación craneal. ¿De dónde lo aprendió? ¿Quiso imitar la forma de las cabezas de antiguos visitantes a quienes consideraban “dioses”? Es un completo misterio. No cabe duda que lo descubierto por los investigadores en dichas cuevas contribuye a un progreso fundamental de nuestros conocimientos sobre los habitantes del Perú de aquellas antiguas épocas, así como también de los remotos perdidos de la historia caracterizada, durante mucho tiempo, por el signo de la piedra de la cual emergía.
martes, 19 de diciembre de 2023
NAVIDAD EN LOS ANDES: Continuidad y cambio de una fiesta religiosa
Como sabéis, las antiguas tradiciones navideñas con el transcurrir del tiempo, buscan adaptarse a los cambios para mantener su vigencia. Así, mientras en las ciudades la Navidad se ha comercializado a tal extremo que ha pasado a ser una fiesta consumista, donde el dar y recibir regalos es su principal característica, en las zonas rurales las antiguas costumbres, mezcla de la liturgia católica y la religiosidad andina, terminan por fusionarse. De esta forma, la Navidad se mantiene como expresión de unidad familiar y sigue siendo, junto con la Semana Santa y la Fiesta de las Cruces, la más importante celebración religiosa en los Andes. Que la forma de celebrarla vaya cambiando no debe sorprender; si bien el nacimiento de Jesús se conmemoró desde los primeros años de la iglesia cristiana, no siempre fue propiamente una fiesta, ni se celebraba en diciembre. Hasta el siglo IV, el día señalado para la Navidad era el 6 de enero, pero se trasladó al 25 de diciembre para hacerla coincidir con las fiestas celebradas por los romanos. Asimismo, la representación del Belén (denominado pesebre por los indios), no formaba parte de las costumbres navideñas, sino hasta 1263 en que San Francisco de Asís la promovió. Sin duda que para los indígenas la llegada del solsticio de verano el 21 de diciembre (el día más largo del año en el hemisferio sur) tuvo desde tiempos ancestrales gran importancia, ya que marcaba el inicio de la temporada de lluvias y de mayor tiempo de luz diaria que favorecían la fructificación de los cultivos. Desde tiempos ancestrales se celebró el solsticio de verano, festividad que bajo el Imperio Inca adquirió connotaciones especiales con el Cápac Raymi, “la gran fiesta y pascua solemne del sol…capac quiere decir rey, raymi, gran pascua, más que Inti Raymi” (Guaman Poma, 1615: 259). El Cápac Raymi comprendía el primer mes del calendario inca de doce meses, y durante esta festividad se realizaban grandes celebraciones. Una de las mayores fiestas se realizaba en la Plaza Mayor del Cuzco, una ocasión para realizar el Warachikuy, la fiesta de iniciación de los jóvenes como hombres, con la cual se reafirmaba la continuidad de los incas. Luego que Túpac Yupanqui conquistó el altiplano, hacia 1450, los incas realizaban durante el Cápac Raymi una solemne peregrinación desde el Cuzco hasta la isla del Sol en el Titicaca, para ratificar su condición de descendientes del Sol y “legitimar su derecho a gobernar los pueblos que conquistaban”. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI y la introducción de la religión católica, la festividad del Cápac Raymi fue reemplazada por la Navidad. De esta manera, las celebraciones de la llegada de un nuevo ciclo solar y del nacimiento de Jesús se mezclaron como parte de la imposición de la religión católica. Asimismo, miles de sacerdotes llegaron a los pueblos andinos para enseñar la doctrina cristiana, a la vez que desterraban las bárbaras costumbres de los indios, mediante la extirpación de idolatrías. Guaman Poma de Ayala señala en su crónica que “el nacimiento de Jesucristo ocurrió en tiempos del reinado de Sinchi Roca, sucesor de Manco Cápac (1615: 91) uniendo así, aunque de manera forzada, la historia del Imperio Inca con la historia universal. En ese sentido la pintura religiosa empleada como medio de adoctrinamiento, incorporó en algunos casos a personajes andinos como puede verse en dos pinturas de la Epifania (adoración de los reyes magos) en las cuales Gaspar es remplazado por un inca. “Es intencional que el Rey Mago Inca lleva incienso, que es el símbolo de la adoración a Cristo como a Dios; una llamada a los indígenas para que abandonen la idolatría, adorando al solo Dios único y verdadero” (Gisbert, 1978:43). Fue también recurrente la construcción de monumentos cristianos sobre los templos indígenas, como es el caso de las iglesias y las cruces erigidas en su lugar para que la religión verdadera sea adorada donde antes los indios servían al demonio. Como señala el sacerdote jesuita Manuel Marzal si bien el culto oficial de los incas, del que formaba parte el Inti Raymi como festividad del Sol, desapareció pronto - aunque no del todo, como veremos más adelante - no sucedió lo mismo con el culto popular del ciclo local. “Pero, al menos puede decirse que, poco a poco, fue desapareciendo el culto a las “huacas” (santuarios, ídolos, templos, tumbas, momias y lugares sagrados indígenas) y a los mallquis (momias o representaciones de los antepasados) pero se conservó el de la Pachamama (o madre total de vida dentro de la cual se relacionan todos los seres) y el de los Apus (cerros y montañas), por estar más vinculados a ritos agrarios y ganaderos que se realizan en el grupo familiar” (Marzal, 1988: 274). Para la segunda mitad del siglo XVII la celebración de la Navidad se encontraba ya bien difundida en el Virreynato del Perú como importante actividad festiva religiosa, en la que se combinaban las misas, villancicos, obras de teatro y diálogos en los templos, junto con los belenes (pesebres) que se levantaban tanto en las casas como en las plazas. Este proceso no se detuvo allí y nuevos cambios locales y regionales continuaron produciéndose hasta llegar a la diversa y amplia forma en que se celebra la Navidad hoy en día en los pueblos de los Andes, donde los indios siguen adorando a sus dioses indígenas - metamorfoseados en santos y vírgenes - con gran devoción. Es el llamado sincretismo religioso, del cual ya nos hemos ocupado en anteriores oportunidades. Así, la festividad andina de la Navidad ha incorporado costumbres y bailes de pueblos y regiones indígenas, como ocurre en las comunidades del valle del Mantaro, Huayllay (Pasco), Huayna (Ancash) y con el denominado baile de los Negritos de Huánuco. Otro ejemplo de las celebraciones navideñas en el Cuzco por ejemplo, es la tradicional feria del Santurantikuy, donde se pone de manifiesto la devoción que existe por el niño Manuelito, que es la representación andina del niño Jesús, donde se le presenta con rasgos y vestimentas indígenas, al igual que a sus padres. De esta manera, combinando celebraciones cristianas con creencias paganas de los indios, se celebra la Navidad en aquellas tierras.
martes, 12 de diciembre de 2023
SHAPSHICO: Un demonio de repulsiva apariencia y oscuras intenciones
La inmensidad de la selva amazónica esconde muchos secretos, desde ciudades perdidas hasta criaturas monstruosas. Uno de esos seres es el Shapshico, un temible demonio de repulsiva apariencia y que guarda un odio infinito hacia los humanos. De pequeño tamaño, color verduzco, orejas puntiagudas, protuberante nariz, ojos pequeños y enormes colmillos, suele esconderse en la espesura del bosque listo para atacar a sus presas. Convive con la fauna, y se manifiesta para poder cometer fechorías, sin distinguir a sus víctimas, provocando espasmos, vómitos y desmayos, solo con su presencia, a fin de poder robar, ultrajar y hasta matar seres vivos, (desde animales a niños pequeños), que habitan en alejados poblados ubicados en el interior de la selva. Durante la época de la conquista española representó un nefasto peligro para los primeros colonos que no tenían idea de su existencia. Sin embargo, este demonio es sumamente vulnerable ya que su nauseabundo olor advierte a los perros de su presencia, por lo cual fue objeto de intensas cacerías, por lo que hoy en día se le considera casi extinto. Pero de que aún quedan un cierto número de ellos, puede comprobarse con las noticias acerca de sus maldades que siguen sucediéndose en diversas zonas del Amazonas, desde Loreto hasta Ucayali, según da cuenta la prensa local. Uno de esos casos ocurrió en Pucallpillo - un pueblo alejado de la ciudad de Pucallpa - donde un nativo llamado Eulogio y sus dos sobrinos se dedicaban a hacer carbón para mantener a su familia. Cierto día se adentraron en el bosque a buscar madera para su fabricación. Llevaron todo lo necesario para acampar, comida suficiente para lo que duraría la jornada, retrocarga, fósforos y sobre todo mucho tabaco, cuyo humo sirve para alejar a los malos espíritus que rondan en la selva. Habían puesto su campamento como a cincuenta metros de donde hicieron el horno para asar la madera. Luego de haber llenado todo se repartieron las tareas, Eulogio haría la comida mientras sus dos sobrinos irían siempre a revisar el horno para que no haya algún orificio en el por qué si entraba oxigeno dentro se podía quemar todo la madera hasta hacerse cenizas. También aprovechó para advertir a sus sobrinos, Pablo y Mario, sobre los Tunches y Shapshicos que rondaban por ese bosque y que mucha gente se habían perdido ahí haciendo el mismo oficio que ellos, les dijo: “Muchachos no hagan caso a nadie de por aquí porque solo estamos nosotros. No se llamen gritando sus nombres porque cuentan que por aquí hay Shapshicos que roba a la gente que entra a sus tierras, puede transformarse en cualquiera de nosotros y engañarlos, llámense silbando, tengan mucho cuidado”, fue la advertencia que hizo a sus sobrinos. Uno de esos días como ya era de costumbre, Pablo el mayor de los sobrinos se levantó muy temprano, a las cinco de la mañana para despertar a su hermano Mario e irse a revisar el horno, pero Mario como era su menor y el más miedoso no quiso ir y prefirió seguir durmiendo. Por lo que Pablo fue solo. Estando en la trocha en dirección hacia el horno, escuchó la voz de un hombre que le llamaba por su nombre, como era de madrugada todavía había sombras en la selva, no pudo verlo bien y se acercó, vio que era su tío Eulogio. “¿Tío?” Preguntó sin malicia. Si, le contesto él, ¿A dónde vas? “Estoy yendo a revisar el horno como quedamos, pero tío yo te deje en tu cama, ¿tan rápido llegaste hasta aquí?” Sí, me vine por otro lado. Mira ve hijo, estas yendo por mal camino, por allá no está el horno, si no por aquí. Pablo sin malicia alguna comenzó a seguirle. Caminaba como a dos metros detrás del hombre solo mirando su espalda. Luego de largo tiempo caminando, su “tío” le dijo: Hijo, espérame aquí, no tardo. Y se fue dejándolo ahí. El muchacho lo espero más de media hora y decidió regresar al campamento, pero ya no veía la trocha por donde siguió al “tío”, todo se veía monte y sin camino. Se asustó, busco el camino de regreso pero no había señal alguna. Eran las diez de la mañana y Pablo no volvía. Eulogio estaba preocupado por él y decidió ir a buscarlo con su sobrino Mario. Agarro su machete y su linterna, y partieron. No lo encontraron donde estaban los hornos, su tío le llamaba mediante unos silbidos peculiares como la de algún pájaro y Pablo no respondía. La preocupación de Eulogio se hacía cada vez más evidente. Decidieron entrar en lo profundo de la selva aprovechando el día, porque en la noche sería dificultosa la búsqueda y tal vez nunca lo encontrarían. Luego de estar más de una hora buscándolo, dieron con él. Estaba a dos kilómetros de su campamento. Pablo se hallaba asustado, quizás esperando la noche, sin moverse, como ido, sin espíritu, cubierto por la sombra de un árbol, abrazado a un palo sosteniendo su machete, triste y desorientado. Al ver a su tío y a su hermano que se acercaban a él, dudó; pero su tío Eulogio lo abrazó y le dijo: Hijito, te hemos estado buscando por horas, caminaste mucho, estamos lejos del campamento. Volvamos hijo, volvamos a casa. Los tres volvieron sanos y salvos. Pablo le conto su experiencia con el demonio y decidieron nunca más ir por esa zona de la selva. Si no le hizo nada fue por el machete que portaba, caso contrario no se hubiese tenido más noticias de él.
martes, 5 de diciembre de 2023
MANUSCRITO 512: ¿Un antiguo texto que describe una civilización perdida en el Amazonas?
Durante siglos, exploradores se han visto entusiasmados en lanzarse a recorrer la peligrosa selva amazónica - ubicado principalmente entre Brasil y Perú - un lugar prácticamente desconocido en el pasado, en busca de la mítica ciudad de El Dorado, donde se dice que los Incas habían acumulado fabulosas riquezas para ponerlas a salvo de la codicia española. Ubicado en algún lugar remoto del Amazonas, muchos aventureros la han buscado afanosamente sin éxito. Pero no se dan por vencidos ya que -aseguran - que debido a la inmensidad de la selva es muy difícil encontrarla, pero aun así, no cesan en su empeño. Al respecto, un documento críptico conocido como Manuscrito 512, relata el hallazgo de una ciudad ubicada, esta vez en las profundidades de la selva del Brasil. La narración del documento sirve como preámbulo cautivador de un misterio intrigante que ha desconcertado a historiadores y exploradores durante siglos. Se cree que este documento críptico relata el descubrimiento de una ciudad antigua y abandonada, ubicada en lo profundo del interior de Amazonas. La historia de esta civilización perdida, según el Manuscrito 512, tiene sus raíces en el siglo XVIII y desde entonces ha provocado una ola de búsquedas especulativas y debates académicos. La historia del Manuscrito 512 comienza en el año 1839, cuando Manuel Ferreira Lagos, un naturalista experto, se topó con este enigmático documento en la colección de la Biblioteca Nacional de Brasil. El manuscrito tenía un título extenso, que se traducía aproximadamente como “Relación histórica de un asentamiento oculto, grande y muy antiguo sin habitantes que se encontró en el año 1753”. Lagos presentó el artículo al Instituto Histórico y Geográfico de Brasil, donde luego fue publicado en su revista, con un prefacio que lo vinculaba al infame caso de Roberio Dias, también conocido como “Muribeca”. Dias fue un notorio explorador que fue detenido por la corona portuguesa por ocultar información sobre valiosas minas en Bahía. Para aquellos que nunca oyeron hablar de Muribeca: desde el siglo XVI, los aventureros han estado obsesionados con encontrar minas de oro y plata en Brasil, particularmente la Mina Perdida de Muribeca. Roberio Dias era dueño de una rica mina de plata en algún lugar del interior de Brasil, explotada por indígenas y que se rumoreaba tenía miles de años. El padre de Roberio Dias era un medio indio llamado Muribeca. Había heredado la mina de su padre, un portugués sobreviviente de un naufragio que vivía con una tribu india amiga y que luego se casó con una india. Aunque Dias era muy rico, era un plebeyo y, peor aún, un mestizo, un nombre que se le da a alguien cuya sangre es en parte india. Una cosa que Dias siempre quiso en la vida fue un título, un certificado de nobleza. Y así viajó a Madrid y le propuso un trato al Rey (entonces de España y Portugal), ofreciéndole todas las riquezas de sus espléndidas minas a cambio del título de “Marqués de las Minas”. El monarca se negó. En cambio, se selló el certificado de Dias y se ordenó que se le entregara a Dias cuando se revelara la ubicación de las minas. Pero de camino a las minas, Dias convenció al capitán del barco para que abriera las órdenes antes de que llegaran a Bahía. Para su sorpresa y consternación, Dias se enteró de que no sería el Marqués de las Minas. Contrariamente a lo que había prometido el Rey, las órdenes selladas declaraban que Su Majestad había dispersado una comisión militar a la zona con Dias como ‘capitán’. Comprensiblemente, este se negó a revelar la ubicación de las minas, por lo que fue detenido. Dias estuvo preso en un calabozo en Salvador durante dos años. Pero aun así, se negó a hablar. Finalmente, se le permitió comprar su libertad y en 1622 murió. Sin embargo, la ubicación secreta de las minas fue a su tumba con él. Se lanzaron muchas expediciones para encontrar estas minas, y la mayoría nunca regresó. El manuscrito parece ser una transcripción de una obra original perdida y se presenta como un informe histórico. Ciertas secciones del documento se han deteriorado con el tiempo, lo que ha dado lugar a que falten fragmentos de texto. Sin embargo, las porciones sobrevivientes cuentan una historia fascinante. La narración detalla el viaje de un coronel portugués (nombre desconocido) y su equipo, quienes se sintieron atraídos por una imponente cadena montañosa que brillaba en la distancia. Al llegar a la cima, descubrieron un asentamiento que inicialmente confundieron con una ciudad costera. En una inspección más cercana, se dieron cuenta de que la ciudad estaba en ruinas y abandonada. La entrada estaba adornada con un triple arco, que recuerda a los arcos triunfales romanos, con inscripciones en un idioma irreconocible. La plaza de la ciudad albergaba un pedestal negro con una estatua de un hombre apuntando hacia el norte, un gran edificio adornado con varios relieves e incrustaciones, y “agujas romanas” u obeliscos en cada esquina…. Obviamente no se trataba de El Dorado de los Incas. También descubrieron una mansión en el campo fuera de la ciudad, que contenía casas separadas que rodeaban una gran sala central, posiblemente un atrio. Entre 1841 y 1846, el Instituto Histórico y Geográfico Brasileño patrocinó numerosas expediciones para localizar la ciudad pérdida. Padre Benigno Jose de Carvalho dirigió estas búsquedas a través de la Chapada Diamantina, una región conocida por sus formaciones rocosas únicas. A pesar de la diligencia informada por Carvalho, las expediciones no produjeron ningún hallazgo sustancial, lo que generó una atmósfera de desilusión y escepticismo. Se han propuesto varias teorías y especulaciones para explicar los orígenes y la existencia de la ciudad perdida descrita en el Manuscrito 512. Algunos eruditos creían que el relato podría ser auténtico, citando evidencia de grandes ruinas y relatos de esclavos fugitivos y nativos que vivían en la zona. Por el contrario, otros historiadores descartaron el relato como mera ficción, atribuyendo la descripción de la ciudad a las inusuales formaciones rocosas de la Chapada Diamantina. Independientemente de las teorías en conflicto, el Manuscrito 512 continúa siendo un tema de fascinación y debate en los círculos históricos. El descubrimiento del Manuscrito 512 y su intrigante narrativa alimentó la idea de una civilización avanzada y oculta en Brasil, un país que recientemente había obtenido la independencia y buscaba construir una fuerte identidad nacional. El relato del manuscrito fortaleció la teoría de que una antigua civilización greco-romana pudo haber existido en Brasil en algún momento remoto. El misterio de la ciudad perdida descrito en el Manuscrito 512 inspiró numerosas expediciones y búsquedas para desenterrar esta civilización oculta. Desafortunadamente, estas búsquedas fueron en gran parte infructuosas, y la ciudad descrita en el manuscrito permanece sin descubrir hasta el día de hoy. El enigma del Manuscrito 512 continúa cautivando las mentes de historiadores, exploradores y entusiastas por igual. Su narrativa, aunque envuelta en misterio y especulación, ofrece una tentadora visión de la posibilidad de una civilización perdida hace mucho tiempo que yace sin descubrir en el corazón del Brasil. Si bien la verdad de la ciudad descrita en el Manuscrito 512 sigue siendo esquiva, la búsqueda de esta civilización oculta continúa.
martes, 28 de noviembre de 2023
YO VISITE GANÍMEDES: ¿El verdadero testimonio de un viaje interestelar?
Como sabéis, la presencia de seres de otros planetas es un tema que siempre genera debate. Para algunos es un hecho indudable y para los descreídos, no pasa de ser fruto de la imaginación. En ese sentido, hace unos años en el Perú se creó una legión de fanáticos dedicados al tema de la ufología y que parecen ver platillos voladores en todos lados. Pero toda esa fiebre tuvo un inicio en el país andino y fue con la publicación del libro ‘Yo visité Ganímedes’, en octubre de 1972, escrita por Yosip Ibahim. Desde su aparición, se ha convertido en uno de los libros más vendidos de la literatura peruana del siglo XX. A menos de seis meses de su estreno en las librerías, una segunda edición ya salía a la venta. Y antes de llegar al año, una tercera edición veía la luz. Tras cumplir el año de su publicación, la obra traspasaba fronteras llegando a Ecuador y Colombia. Desde su primera edición, en 1972, y hasta marzo de 1980 (nótese que solo habían pasado ocho años) ya el libro en mención había alcanzado las 36 ediciones y crearon una legión de fieles seguidores en países como Argentina y Méjico. Tal vez esa situación particular y el hecho de que ‘Yo visité Ganímedes’ haya sido presentado como un verdadero testimonio de un viaje interestelar ayudaran a la popularidad de la obra que relataba las aventuras de Pepe, el protagonista, en su visita al satélite natural más grande que tiene Júpiter. En las primeras páginas, el lector se entera de la historia de cómo el autor descubre que su amigo de la infancia (y recientemente viudo) Pepe guardaba celosamente el secreto de sus contactos con seres de otros planetas en su casa de Monterrico. Desde la segunda parte hacia adelante, es una crónica detallada de todo lo que Pepe ve en tierras extraterrestres. Según el protagonista de la alucinante historia, los seres que vivían en este planeta habían alcanzado la perfección gracias a la cooperación mutua. Describía un lugar donde no había crímenes, por lo que no se necesitan armas. Todo es paz y amor. En resumen, seres que debían ser vistos como ejemplo para los seres humanos para alcanzar la prosperidad eterna. Pero esta tierra prometida intergaláctica no podía ser solo un sueño inalcanzable. Más bien, la obra señala que toda la humanidad podrá ser transportada hasta Munt, a partir del 2001. El único requisito era seguir las enseñanzas del libro. Tal fue el éxito de ‘Yo visité Ganímedes’ que el autor Yosip Ibrahim tuvo que salir a dar la cara. Todos querían saber quién era el viajero espacial. Ahí el público se dio cuenta que su verdadero nombre era José Rosciano Holder. Nacido en Lima un 4 de noviembre de 1908, a Holder le llegó la fama como escritor a una edad ya avanzada. Tras publicar ‘Yo visité Ganímedes’ (en 1972) y de sus varias ediciones, al año siguiente público ‘Yo pacté con los muertos’ (1973), ‘Mi preparación para Ganímedes’ (1975) y ‘El misterio del ídolo de oro’ (1978). Ninguna alcanzó, ni por asomo, la fama que había alcanzado su ópera prima. Quizá haya sido que esa inesperada atención de la prensa le prestó lo haya aturdido un poco y dio varias versiones sobre el origen del libro. En una de las tantas entrevistas que dio en el Perú y en otros países, dijo ser el representante de Yosip Ibrahim. Y en ese papel, también había sido testigo de cómo el autor (él mismo) había subido a una de las naves extraterrestres y partido rumbo a su destino. En otras palabras, lo despidió como se despiden a los amigos. Sin embargo, en la publicación española Año/Cero ‘confesó’ que sí había visitado Ganímedes “pero solo de manera astral”. A principios de la década de 1990, cuando ya tenía 84 años, Rosciano Holder, y la conciencia le pesaba, ofreció una serie conferencias en diversos puntos de Lima, en la que finalmente reconocía que todo había sido un engaño. La justificación que usó fue que su verdadera intención fue llevar un mensaje de positivismo y amor entre todos los seres humanos. Lo sorpresivo fue que nadie parece haberle creído ni una sola palabra de lo que dijo en esa oportunidad. El escritor murió en septiembre de 1992. Pero su legado continúa hasta hoy, ya que muchos de los que han leído ‘Yo visité Ganímedes’, y que son amantes de la ufología, siguen tomando como cierta cada una de las palabras que ahí está escrita. A pesar de que el apocalipsis que debía ocurrir en el 2001, nunca llegó. En ese sentido, el famoso libro, y su obra en general, ha sido tomada en cuenta para darle forma a una de las razas de alienígenas más famosas de la mitología extraterrestre: los nórdicos o los pleyadianos. Según los teóricos de los antiguos astronautas, estos serían totalmente diferentes a los de la raza conocida como los ‘grises’ o Zeta Reticulanos. De igual manera, los que siguen creyendo que ‘Yo visité Ganímedes’ es una obra basada en la realidad, creen que los oriundos de este lugar vienen de la constelación de Sirio o de la de Orión. En fin, el libro en cuestión ha tenido más reimpresiones en varias partes del mundo. Y en estos tiempos modernos, hay varias cuentas de YouTube que hacen las funciones de audio libro y narran el libro completo.
martes, 21 de noviembre de 2023
¿ ARTEFACTO FUERA DE LUGAR?: Un misterioso ‘teléfono’ Chimú de 1,200 años de antigüedad
Conservado en el National Museum of the American Indian (NMAI - Museo Nacional de los Indios Americanos) se encuentra un extraño artefacto de 1.200 años de antigüedad, perteneciente a los Chimú (Perú), siendo encontrada entre las ruinas de su capital por un explorador alemán, por lo que de acuerdo a su apariencia, podría tratarse del ‘teléfono’ más antiguo del mundo. El citado artefacto sorprende a casi todo el mundo que lo ve por primera vez. Descubierto en las ruinas de Chan Chan (capital del Imperio Chimú) se cree que este delicado aparato para comunicarse fue fabricado hace unos 1.000 años, y es conocido como el ejemplo más antiguo de tecnología telefónica del Hemisferio Occidental. Este aparente “objeto fuera de lugar” pone de manifiesto la impresionante capacidad inventiva del los Chimú, cuya civilización se desarrolló en el valle del río Moche, al norte del Perú. Al respecto, el comisario del NMAI, declaró al Smithsonian, “Es algo único. Solo se ha descubierto uno. Procede de la consciencia de una sociedad indígena que no conocía el lenguaje escrito.” Este antiguo ‘teléfono’ parece ser un rudimentario aparato de transmisión del habla, muy similar al ‘teléfono de latas’, conocido desde hace cientos de años, pero que se popularizó sobre todo en el siglo XIX. Constaba habitualmente de dos latas metálicas conectadas mediante un hilo, y se empleaba tanto para hablar como para escuchar; por aquel entonces se consideraba en gran medida una novedad. Este antiguo aparato Chimú, por describirlo de algún modo, está compuesto por dos tallos de calabaza unidos por un cordel. Los tallos de calabaza, cada uno con una longitud de unos 9 centímetros (3,5 pulgadas) están barnizados con resina y actúan como transmisores y receptores de ondas sonoras. Cubriendo las bases de los tallos hay una membrana de piel estirada. La línea “telefónica” de 22,80 metros (75 pies) que conecta ambos extremos está hecha de hilo de algodón. La simplicidad del aparato oculta sus implicaciones. Este artefacto único es más de mil años anterior a las primeras investigaciones sobre teléfonos de 1833 (que se iniciaron con dispositivos unidos por cables no eléctricos). Cabe precisar que el aparato, hecho con tallos de calabaza y un hilo, es demasiado frágil como para someterlo a pruebas físicas, pero los investigadores aún tienen la posibilidad de descubrir de qué forma funcionaba este mecanismo. Sin embargo, lo que aún deben seguir preguntándose es para qué utilizaban los Chimú este antiguo teléfono: ¿cuál era su propósito? Ya que sabemos que los Chimú eran una sociedad fuertemente jerarquizada, parece razonable que solo la aristocracia o la clase sacerdotal tuvieran acceso a una herramienta tan valiosa. Este preciado ‘teléfono’, con su aparentemente mágica capacidad para transmitir las palabras a distancia para que puedan llegar directamente a oídos del receptor era “una herramienta diseñada para la comunicación de alto nivel”, afirma el comisario del NMAI. Pudieron existir numerosas aplicaciones para este invento, como por ejemplo permitir la comunicación entre asistentes o sirvientes y personajes de más alto rango a través de cámaras o antesalas. No se habría necesitado un contacto cara a cara, lo que fortalecería la jerarquía y supondría una mayor seguridad. Como muchas otras antiguas maravillas, pudo ser también un aparato destinado a impresionar a los fieles. Voces misteriosas emitidas por un objeto en manos de un sacerdote podrían haber impactado y convencido a las gentes de la importancia, categoría y poder de la clase sacerdotal “que podía comunicarse con los dioses” O también hay quien considera que este curioso objeto con su tallo de calabaza y su hilo no era más que un juguete para niños. Si estos inventos en su versión moderna no son objetos sagrados ni religiosos para nosotros, ¿por qué habrían de serlo para las gentes del pasado? El aparato estaba en posesión del Barón Walram V. Von Schoeler, un aristócrata prusiano, al que se describe de forma menos lisonjera como “un oscuro aventurero al estilo de Indiana Jones.” Participó en numerosas excavaciones durante los años 30 en el Perú, y quizás fue él mismo quien desenterró este instrumento de las ruinas de Chan Chan, que tras su caída, fue saqueada, incendiada y abandonada, siendo cubierta por las arenas del desierto peruano. El barón distribuyó su colección entre varios museos, y el misterioso aparato en cuestión acabó finalmente en unas instalaciones de almacenamiento pertenecientes al Museo Nacional de los Indios Americanos de Maryland, en los Estados Unidos, donde se le trata con suma delicadeza, controlando la temperatura y otras condiciones ambientales a las que está sometido para conservar el que se considera uno de los mayores tesoros de este museo. A su vez, Ramiro Matos, antropólogo y arqueólogo especializado en el estudio de las Culturas Andinas explica que “Los Chimú eran un pueblo diestro e ingenioso,”, que poseía una impresionante capacidad para la ingeniería. Esto queda demostrado por sus sistemas hidráulicos de irrigación mediante canales y sus muy detalladas y elaboradas piezas de artesanía del metal y de otros materiales. Los Chimú tenían como su capital a la ciudad de Chan Chan, que se podría traducir como Sol-Sol, un extenso complejo de construcciones de adobe que constituía la ciudad de mayor tamaño de la Sudamérica Precolombina y la mayor del mundo construida con este tipo de material. Chan Chan ocupaba una superficie de casi 20 kilómetros cuadrados (7,7 millas cuadradas), y contaba con unos 100.000 habitantes en su momento de máximo apogeo, en torno al 1200 d. C. La ciudad estaba enteramente construida con ladrillos de barro modelados a mano y secados al sol, además de ricamente decorada con esculturas, relieves y grabados en piedra, presentes estos últimos en prácticamente todas las paredes y muros. El Imperio Chimú surgió en torno al 900 d. C., pero su reino fue finalmente conquistado por los Incas alrededor del 1470. No cabe duda que el ‘teléfono’ Chimú, al igual que otras muchas asombrosas tecnologías antiguas, nos recuerdan que las culturas del pasado eran capaces de concebir maravillosos inventos, ideas y creaciones mucho antes de que nuestras modernas y “avanzadas” sociedades siquiera soñaran con crear cosas así (en ocasiones por segunda vez).
martes, 14 de noviembre de 2023
LAS MOMIAS ALIENÍGENAS DE NAZCA: Regresa la controversia
Tras la polémica de septiembre, la Cámara de Diputados del Congreso mejicano mantuvo el pasado martes una segunda sesión especial de más de tres horas para abordar la autenticidad de los extraterrestres que habrían sido hallados en Perú. Esta vez, la exposición careció de la presencia de las momias in situ, y se limitó a las fotografías e imágenes de radiografías inéditas del esqueleto de un "ser no humano". Fue protagonizada por un grupo de médicos peruanos y el periodista y ufólogo mejicano Jaime Maussan, entre otros, que defendieron la autenticidad de los cuerpos. Si bien la fecha del hallazgo de las 'momias' no se precisó, Maussan aseguró que se trata de una "nueva especie" que no tenía pulmones ni costillas, y que habría procedido del desierto peruano de Nazca, aunque no fuera presentada físicamente en el Perú. "Tenemos un ser híbrido, tenemos otros seres que aparentemente son más evolucionados que nosotros", afirmó Maussan, agregando que estaban "ante algo realmente extraordinario", concretamente, "seres no humanos que no son parte de nuestra evolución terrestre". La exposición se centró en los intentos de demostrar que los cuerpos son muestras reales de especímenes biológicos no humanos, pero en ningún momento se certificó que eran restos de seres extraterrestres. "Los laboratorios concluyeron que estos cuerpos tenían siglos y hasta milenios de antigüedad. El ADN de estos seres no pertenece a la especie humana, por este motivo, los laboratorios hablarán de por lo menos dos especies desconocidas", declaró Thierre Maurice Pierre, investigador del Instituto Inkarri-Cusco de Perú, durante la audiencia. "Quiero insistir sobre este punto importante: que ninguno de los laboratorios ha hablado de extraterrestres", agregó. Por su parte, Adolfo Piotti, doctor en Medicina y Cirugía, y fundador de la especialidad antropológica-física-médica en Argentina, sostuvo que estos "seres" son "un escalón más" en la escalera evolutiva del hombre, y provienen del futuro. Según su teoría de evolución, bautizada como "la teoría del guardián", opuesta a la de Darwin, "no son individuos del pasado ni del presente, sino que son del futuro". En otras palabras, "deberían haber existido en el futuro y no en el pasado hace 1.000 o 1.700 años", aclaró, reconociendo que no puede explicar con el método científico por qué estos cuerpos aparecieron en el pasado y no en el futuro. Por su parte, el antropólogo Roger Zúñiga, de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica (Perú), declaró a Reuters que los investigadores estudiaron cinco especímenes similares durante cuatro años, y afirmó que "son reales", aunque desconoce su origen. Subrayó que no hubo absolutamente ninguna intervención en la formación física y biológica de estos seres. Como recordareis, los legisladores mejicanos ya presenciaron la presentación de Maussan de dos "seres no humanos" de "1.000 años de antigüedad" en septiembre, de lo cual dimos cuenta en su momento. Sin embargo, los escépticos lo calificaron de “fraude”, porque – según afirman – “resultaron ser muñecos fabricados de data reciente, que desde hace años suscitan interés únicamente en los círculos pseudocientíficos” aunque no tienen pruebas para confirmar sus aseveraciones, "Los restos de presuntos alienígenas son creaciones fabricadas con huesos de animales y humanos unidos con pegamento sintético. Estos, a su vez, han sido cubiertos por una mezcla de fibras vegetales y adhesivos sintéticos para simular un tipo de piel", destacó el arqueólogo forense Flavio Estrada, quien analizó las momias para el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio Público en Perú, durante su conferencia 'Anatomía de un fraude: El caso de las presuntas momias reptiles humanoides de Nazca' en el 2020. Ya en el 2017, la Fiscalía peruana fue contundente al concluir, sobre la base del sesgado informe realizado por el Instituto de Medicina Legal, que las figuras eran "muñecos manufacturados de data reciente, los cuales han sido cubiertos con una mezcla de papel y pegamento sintético para simular la presencia de piel" aunque nunca los han tenido en su poder para examinarlos. "Con la experiencia que tenemos todos los investigadores que hemos trabajado con momias precolombinas, sobre todo del área de Nazca, para nosotros es muy claro que estas momias, las grandes, son seres humanos precolombinos que han sido modificados con fines comerciales, y las momias pequeñas son estructuras que han sido armadas", comentó en el 2021 el antropólogo físico Guido Lombardi. Cuando Reuters preguntó a Zúñiga sobre aquellos estudios que llamaron la atención luego de la primera presentación del ufólogo, el antropólogo reconoció que los especímenes generan gran controversia, pero reiteró que los cuerpos que analizó junto con otros investigadores eran reales. Restando importancia a las interesadas críticas que no se hicieron esperar, en septiembre, el diputado oficialista mejicano Sergio Gutiérrez Luna afirmó que en la Cámara de Diputados "siempre serán bienvenidas todas las ideas y todas las propuestas para debatirlas, para escucharlas, para estar de acuerdo o no" puntualizó. No cabe duda que la polémica acerca de estos ‘seres no humanos’ continuará.
martes, 7 de noviembre de 2023
AUN NO ESTAMOS EN LA CAPACIDAD DE SABERLO: ¿Que secretos ocultan los exoplanetas?
Cuando tenía unos 10 años, cogí un libro sobre la terraformación de otros planetas. La idea de que pudiéramos crear un refugio humano en otro planeta me resultaba muy emocionante. ¿Cómo podríamos transformar algún día la pesadilla de las condiciones de invernadero de Venus en una zona templada capaz de albergar plantas y animales? ¿Podríamos llegar a Marte y vivir en burbujas oxigenadas en la superficie? Con el optimismo urgente de un crio de esa edad, imaginé que un día, y tal vez pronto, la gente estaría habitando otros planetas del sistema solar. Cuando pensaba en la vida que ya existía en otros planetas, me parecía más bien una película de ciencia ficción. La terraformación era más factible, porque era algo que los humanos podían realizar si aplicaban el plan adecuado. Ha tenido que pasar unos años para reafirmarme en ello: Puede que estemos más cerca de encontrar vida en otro lugar que de superar los retos de ingeniería que supone la terraformación de otro mundo. Como sabéis, la astrobiología es ahora un verdadero campo de estudio, no sólo una ilusión. Es emocionante pensar que algún día podamos comunicarnos con los extraterrestres o encontrar pruebas tecnológicas de seres inteligentes no terrestres, como por ejemplo, pruebas de contaminación industrial extraterrestre o de fotosíntesis. Al respecto, SETI - el instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre - comenzó en 1984 y sigue buscando señales de vida allá arriba a través de artefactos tecnológicos alienígenas, e incluso escanea en busca de señales deliberadas que los alienígenas puedan estar enviando para ponerse en contacto con nosotros. A pesar de estas posibilidades, lo más probable es que nuestros primeros indicios de vida en el espacio exterior lleguen a través de herramientas que puedan analizar las propiedades electromagnéticas, como la composición del gas que rodea a un planeta. El descubrimiento de elementos gaseosos como el oxígeno podría ser un indicador de condiciones de vida. El primer paso es encontrar exoplanetas, y se esta haciendo un buen trabajo en este sentido. Los astrónomos pueden encontrar planetas fuera de nuestro sistema solar de varias maneras, pero el método más exitoso hasta la fecha es capturar el paso del planeta entre su propia estrella y la Tierra. Cuando un planeta se desplaza por delante de su estrella, la luz estelar se atenúa en una cantidad apreciable. Este método de tránsito ha permitido a los astrónomos cartografiar miles de exoplanetas desde que descubrieron el primero hace 20 años. Mientras que este descubrimiento dejó a la gente boquiabierta en 1992, la NASA espera que nuestra galaxia contenga realmente trillones de mundos. En marzo del 2022, el número de exoplanetas confirmados superó los 5.000. Muchos de estos planetas son una mezcla de mundos rocosos y ricos en volátiles, una buena noticia potencial para los exobiólogos. Algunos de los candidatos más prometedores para albergar vida son los cinco mundos alrededor de la estrella K2-384, a unos 270 años luz de la Tierra. Esta estrella tiene una temperatura y un brillo agradables, y los planetas son rocosos. Uno de los planetas de este sistema tiene un tamaño comparable al de la Tierra. Otro candidato, WASP-17b, está a unos 1.000 años luz de la Tierra. Precisamente, la astrofísica de Cornell Nikole Lewis está utilizando el telescopio espacial James Webb para investigar este "Júpiter caliente"; el conjunto de instrumentos del Webb puede medir la temperatura, la composición química de la atmósfera y la estructura de las nubes. TRAPPIST-1 es otra estrella que alberga un sistema planetario con condiciones potencialmente adecuadas para la vida, a unos 40 años luz de la Tierra. La misión principal del telescopio Webb es observar las galaxias más tempranas y antiguas, pero los investigadores también lo utilizan para aprender más sobre estos exoplanetas, por ejemplo, identificando la mezcla de gases en las atmósferas planetarias. Y aunque Webb seguirá viendo los planetas lejanos como simples puntos brillantes en el espectro visual, sus instrumentos ayudarán a los exobiólogos a imaginar cómo podría ser o sentirse un planeta. Lo más intrigante es la capacidad de los instrumentos de a bordo -utilizando un espejo primario de 6,5 metros de diámetro y herramientas de espectroscopia infrarroja- para distinguir las condiciones atmosféricas, como la presencia de oxígeno, metano y dióxido de carbono, que podrían ser adecuadas para la vida. Una vez que telescopios como el Webb -y los telescopios espaciales Kepler, Spitzer y Hubble, ya retirados- recogen luz, los astrónomos pueden adentrarse en el espectro de luz del arco iris y medir su intensidad en diferentes longitudes de onda. Este método, denominado espectroscopia de tránsito, es la clave para descubrir la mezcla específica de sustancias químicas y elementos presentes en la atmósfera de un planeta. Los científicos disponen ahora de una muestra de exoplanetas lo suficientemente grande como para poder acotar la búsqueda de mundos habitables. En primer lugar, buscan planetas en la "zona habitable", situada dentro de la distancia orbital de una estrella doméstica en la que las temperaturas planetarias podrían permitir la existencia de agua líquida en la superficie. Pero un planeta también debe tener el tamaño adecuado, una atmósfera apropiada y orbitar una estrella estable, según la NASA. En el futuro, los telescopios podrían detectar aún más detalles de la vida, como las moléculas fabricadas por plantas o animales o la contaminación generada por seres más inteligentes. Mientras tanto, los exobiólogos se inspiran en algunas de las formas de vida más extrañas de nuestro planeta. Nuestro cómodo lugar en la Zona Ricitos de Oro (llamada así por su perfecta ubicación, a unos 150 millones de kilómetros del Sol) es el hogar de criaturas de otro mundo que prosperan incluso en las condiciones más infernales. Los respiraderos hidrotermales calentados por el magma en las profundidades del océano es donde animales como el cangrejo Yeti y el gusano de Pompeya, extraordinariamente resistente al calor, habitan a temperaturas superiores a los 371 grados centígrados. Un tipo de bacteria que se encuentra en los desiertos puede ser la campeona en sobrevivir a condiciones brutales. El calor y la radiación intensa no pueden impedir que resucite su genoma para volver a vivir, por lo que es comprensible que sea apodado el microbio Lázaro. En el otro extremo de la escala de temperaturas están los psicrófilos, criaturas que hacen de los lugares más fríos de la Tierra su hogar, como los desiertos de Alaska, Groenlandia, Svalbard e Islandia, así como los Valles Secos de la Antártida. Estos organismos bacterianos necesitan un frío inferior a -20°C para sobrevivir, y fabrican su propio anticongelante a base de proteínas. También están los tardígrados, microanimales microscópicos de ocho extremidades a los que tampoco parecen importarles mucho las condiciones ambientales de la Tierra. Los pequeños "osos de agua" están por todas partes. Los experimentos demuestran que pueden experimentar el vacío frío, deshidratado e irradiado del espacio y luego, una vez que vuelven a tener algo de humedad y calor, reanudan su vida como de costumbre. Estos extremófilos, especies que prosperan más allá de los límites que puede soportar la mayoría de la vida en la Tierra, podrían ser los homólogos de las formas de vida en exoplanetas que consideramos demasiado duros para albergar vida. "La investigación de los extremófilos también tiene implicaciones para los estudios del origen de la vida y la búsqueda de vida en otros cuerpos planetarios y celestes", escriben los autores de un estudio de 2019 sobre estas raras criaturas. Los extremófilos han sido probablemente la forma de vida dominante durante la mayor parte de la historia de la Tierra, señalan los autores, porque la vida existía mucho antes de que se desarrollaran nuestros actuales niveles de oxígeno y condiciones templadas. Al vivir en un planeta repleto de vida en cada rincón, sólo podemos imaginar cuántos otros planetas pueden ofrecer hogares ideales. Aunque 5.000 exoplanetas son suficientes para empezar, todavía hay entre 100.000 y 200.000 millones de planetas en nuestra galaxia que esperan ser explorados. Y vaya a saber uno cuantas formas de vida albergaran... Y ello no es ciencia ficción.
martes, 31 de octubre de 2023
LOS SECRETOS DEL T´ANTA WAWA: Ofrendas para los muertos
Se trata de un vocablo indígena que se puede traducir al español como “niño hecho de pan”. Los turistas que visitan los pueblos andinos encuentran estos panes dulces hechos de forma artesanal en abundancia durante los primeros días de noviembre, ya que se acostumbra consumirlos en el Día de los Muertos, llevándolo a los cementerios como ofrendas a los que partieron. En efecto, los t’anta wawas fueron originalmente un regalo para los niños que habían muerto. Mientras las tumbas de las niñas recibían el pan en forma de bebé, los destinados a las tumbas de los niños tenían forma de llamas.Posteriormente se extendió al resro de sus seres queridos. Esta práctica de honrar a las familias en sus tumbas, trayendo su comida y bebida favorita para ellos se remonta a la época precolombina y continúa cada 1 de noviembre. En un paseo por los mercados cuzqueños por esa fecha, se puede descubrir la infinita variedad de diseños de t’anta Wawas que existen. Aunque los cuzqueños lo saborean desde hace siglos - el Inca Garcilaso de la Vega, en sus Comentarios Reales de los Incas, ya explicaba que los panes de maíz eran parte de sus celebraciones y se llamaba “tanta” al pan común - es interesante conocer como se inició esta costumbre. Como sabéis, el brindar ofrendas a los muertos es antiquísima. En el Antiguo Egipto, por ejemplo, se solían depositar panes y levadura en las tumbas de algunos faraones. El pan servía como una ofrenda de honra y respeto. En el Antiguo Perú, la situación era un tanto distinta. En los funerales Incaicos las ofrendas consistían en frejoles, frutas, guisados y hojas de coca. Lógicamente, si bien los Incas horneaban pan, hechos a base de maíz, no existe evidencia que lo consumieran durante un funeral, ni que lo dejaran como ofrenda a sus difuntos, como comenzó a partir del dominio español en el siglo XVI. De todas formas, los Incas, como otras culturas antiguas, mantuvieron la creencia de honrar a sus muertos. Ellos sabían bien que, de no hacerlo, se creaba una enemistad o distancia entre vivos y muertos, la cual ocasionaba según creían, grandes repercusiones, como sequías, plagas, hambrunas, mala fortuna, maldiciones y demás. “Los indios eran muy agoreros” anotaron los cronistas acerca de sus costumbres y supersticiones. Los españoles, por su parte, también tenían un día especial para honrar a sus muertos. Lo hacían, de acuerdo a la fe cristiana, el 1 de noviembre de cada año, el cual denominaban como El día de Todos los Santos, donde se honraba a los muertos (aunque la costumbre apareció en Europa alrededor del año 373 DC, el Papa Gregorio III instituyó oficialmente esta celebración en el año 731 DC). Con la Conquista del Perú, se produjo un sincretismo o fusión cultural, donde los indios siguieron adorando de forma encubierta a sus ídolos paganos “reconvertidos” en vírgenes y santos, tal como sucedió por ejemplo con Pachacámac, “metamorfoseado” en el Señor de los Milagros, como detallamos hace algunas semanas. Por ese motivo es que a partir de 1535, cuando fueron adoctrinados por los sacerdotes para convertirse al catolicismo - a través de la persuasión y casi siempre por la fuerza – estos se resignaron a honrar a sus muertos el 1 de noviembre, adaptándolo a sus costumbres y tradiciones. Es así como entre los años 1570 y 1650 se empezaron a hornear panes dulces en forma de bebé para la festividad del Día de los Muertos. Esta costumbre apareció en los pueblos andinos, mayormente en el Cuzco. Los investigadores aseguran que entonces se inició el rito popular de “bautizar” a los t´anta Wawas. Para entonces, los curas obligaban a los indígenas a bautizar a sus recién nacidos. Estos, que desconfiaban de los sacerdotes, acostumbraron orquestar una parodia de bautizo durante el 1 de noviembre. Un indio se disfrazaba de cura y “bautizaba” a los t’anta wawas en los mercados y en las numerosas plazas de cada pueblo. Aunque esta tradición se celebraba entre bromas y carcajadas, era una manera sútil de burlarse de los curas y un tácito acto de rebelión ante los españoles. Lo hacían por orgullo propio y para reafirmar su identidad indígena. Dicha actitud también se manifestaba en la decoración de los t’anta wawa. Nótese que la mayoría de estos panes son decorados con vestimenta indígena. De una forma u otra, luego de “bautizados”, la población acababa por devorarlos. Si bien la costumbre del “bautizo” aún se practica, no es tan frecuente como antaño. Actualmente para ese día, los panaderos andinos se esmeran en confeccionar t’anta wawas con los más variados diseños, formas y colores. Otras comunidades indígenas realizan exhibiciones y concursos, y también se aventuran a hornear t’anta Wawas de más de 12 metros de largo. Por cierto, estos panes son tradicionales no solo en el Cuzco, sino también en otras ciudades andinas del Perú , como Puno, Huancavelica, Huancayo y Ayacucho. Asimismo, son usadas como fetiches en ritos de curación de enfermedades psicosomáticas como el “animu qarkusqa” (pérdida del ánimo) para lo cual el t´anta wawa se elabora usando ropas del enfermo... De que sea o no efectivo, vaya uno a saber.
martes, 24 de octubre de 2023
MENSAJEROS DEL ENGAÑO: Demonios alienígenas y el Apocalipsis
Como sabéis, tanto en el Perú como en el resto del mundo, existen una serie de mitos y leyendas acerca de la llegada a nuestro planeta en tiempos inmemoriales de ‘seres celestiales’ provenientes de lejanos mundos mas allá de las estrellas- llamados ‘dioses’ - a impartir sus conocimientos a los hombres y que luego, una vez cumplida su misión, regresan por donde vinieron. (Viracocha, Naylamp, y Ai Apaec podrían ser claros ejemplos de ello) ¿Pero si en lugar de ‘dioses’, no serian en realidad demonios que buscan nuestra perdición? Al respecto, los eventos que rodean el fin de los tiempos, tal como se describen en la Biblia, incluirán una gran decepción (Mateo 24:24). Últimamente ha aumentado el interés por una teoría de que este engaño incluirá a seres extraterrestres. Por extraño que parezca, esta teoría es totalmente factible desde una perspectiva cristiana. Aunque la Biblia no nos dice nada sobre la existencia o no de los extraterrestres -no los incluye en el relato de la creación en el Génesis, ni los menciona en ninguna otra parte-, sí nos habla de visitantes de otro mundo: el mundo espiritual: los llamados ‘ángeles’. Desde el principio de los tiempos, se han registrado y presenciado visitas de demonios (ángeles caídos) a la Tierra. Del encuentro de Eva con Satanás sabemos que los demonios están interesados en vigilar (y alterar) el progreso de la humanidad. Quieren estar involucrados, con el propósito de hacer que la humanidad no adore a Dios, sino a ellos mismos. Otro claro ejemplo de su interacción con nosotros se encuentra en Génesis 6:4 con la llegada de los "hijos de Dios". El relato del Génesis afirma que estos poderosos seres tuvieron relaciones sexuales con mujeres y produjeron una super raza de seres conocidos como los Nefilim. Esto puede sonar a ciencia ficción, pero aparece en la Biblia. Hay semejanzas sorprendentes entre este relato y los relatos de otras culturas antiguas. Por ejemplo, los escritos de los antiguos sumerios (que fueron los primeros en producir un lenguaje escrito) mencionan la presencia de los "Anunnaki", que eran deidades que vinieron del cielo para habitar en la tierra con los hombres. También es interesante destacar que los dioses sumerios con frecuencia venían a ellos en forma de serpientes. Estos relatos, junto con las cosas asombrosas creadas por el hombre antiguo, permiten teorizar que los demonios, en forma de seres de otro mundo, vinieron a la tierra, trayendo sabiduría y conocimientos espectaculares a los hombres, y "casándose" con sus hijas en un intento de alejar a los hombres de Dios. De la experiencia de Eva con la serpiente ya vemos que los demonios utilizarán la tentación de la sabiduría superior para atrapar al hombre y comprobarán que el hombre es muy susceptible a ella. ¿Podría el final de los tiempos incluir un engaño alienígena similar? La Biblia no aborda este asunto directamente, pero sin duda es bastante creíble por varias razones. En primer lugar, la Biblia nos dice que el mundo se unirá bajo el poder del Anticristo. Para lograr un acuerdo entre todas las religiones del mundo, tendría sentido que ese "unificador" viniera de un lugar totalmente nuevo: una fuente extraterrestre. Es difícil imaginar que una religión se convierta en cabeza de todas las demás, a menos que un nuevo conocimiento sobrenatural fuera la fuente del atractivo y el poder de la nueva "religión". Esto estaría en línea con los engaños del pasado y sería una forma muy eficaz de engañar a un gran número de personas. En segundo lugar, este engaño podría dar una respuesta al problema de los orígenes de la tierra. La teoría científica de que la evolución de la vida en la tierra se generó espontáneamente aún no tiene respuesta para los inicios de la vida. Hay pruebas de un "big bang", pero eso sigue sin explicar qué causó que ello se produjera. Si llegaran seres alienigenas y nos dieran una explicación extraterrestre para la vida en la Tierra, los orígenes de las religiones del mundo e incluso los orígenes de nuestro planeta, sería muy convincente. Ahora bien, no debemos temer. El Señor ha dicho que no nos dejará ni nos abandonará, y que nos protegerá (1 Reyes 8:57; Mateo 10:31; Isaías 41:10). Los demonios/ángeles no son omnipotentes, ni omnipresentes. Jesús dijo que en los últimos tiempos Su aparición sería como el relámpago, fácilmente visible para todos. Dijo que desconfiáramos de cualquier ser que dijera "Yo soy el Cristo" o de cualquier grupo que dijera "Él está allá" o "Él está aquí dentro" (Mateo 24:23-24). Él dijo que los buitres se reúnen alrededor de un cadáver, lo que significa que si ves a un grupo de personas que se reúnen alrededor de alguien que dice ser Cristo, esa persona es la muerte y un falso profeta. Debemos desconfiar de cualquier persona o ser que haga señales y maravillas que no tengan base bíblica o que no obedezcan a Jesús, así como de cualquiera que ofrezca una forma de unir a las religiones o gobiernos del mundo (Apocalipsis 13:5-8), de cualquier ser que promueva relaciones sexuales antinaturales (Génesis 6:4; Judas 1:6-7) y, obviamente, de cualquier persona que niegue que Jesús es Dios (2 Juan 1:7). Además, cualquiera que presente a un Jesús "sustituto", que lo represente como "un dios pero no el Dios" o que afirme que fue simplemente un buen maestro, simplemente un humano, o incluso una criatura sobrehumana o extraterrestre, es un engañador. Por último, si los demonios que se manifiestan como extraterrestres son parte del final de los tiempos, debemos recordar que ellos también son seres creados sujetos a un Dios soberano y en última instancia responsables ante Él. Ya sea en forma alienígena o no, las descripciones de los demonios en Apocalipsis son aterradoras (Apocalipsis 9:1-12), pero no debemos temer a aquellos que pueden matar el cuerpo, sino sólo a Aquel que puede matar el cuerpo y el alma en el infierno (Mateo 10:28). No importa lo que nos suceda en la tierra, debemos confiar en que el Señor es el Salvador, Redentor y Protector de las almas de aquellos que ponen su confianza en Él (Salmo 9:10; 22:5). No debemos por ello dejarnos confundir por el Maligno, que se presentará de mil maneras para provocar nuestra ruina, sea como ‘un ángel de luz’ o ‘un ser celestial’. Los OVNIS por cierto ¿no serán el último gran engaño que prepara para la humanidad? ¿Acaso un engaño alienígena podría ser parte del fin de los tiempos?
martes, 17 de octubre de 2023
CASA DE PILATOS: La maldad de los judíos en toda su magnitud
Frente a la iglesia de San Francisco, sobre la antigua calle el Milagro (hoy jirón Ancash), existe una casona considerada como una de las más antiguas de Lima, de especial arquitectura, que no se asemeja a otras de las de la Ciudad de los Reyes. Que la casa perteneció a un conquistador, compañero de Francisco Pizarro, lo prueba la escalera que está colocada frente a la entrada; ya que parece que eso era una prerrogativa acordada por los conquistadores. Esta era una casa misteriosa, que se prestaba para toda clase de conjeturas; En efecto, todo el que pasaba delante de ella, sea limeño o extranjero, no dejaba de detenerse para ver con curiosidad el interior. Ricardo Palma cuenta al respecto en sus Tradiciones Peruanas que esta casa era conocida por la Casa de Pilatos. Pero ¿porque la denominaban así? Construida en 1590, medio siglo luego de la fundación de Lima y cuando los jesuitas acababan de llegar al Perú. Quien trazó los planos fue el padre Ruíz del Portillo, superior de esta orden, quien mantenía amistad con un rico mercader español apellidado Esquivel, propietario del terreno. Precisamente, el Monasterio de San Francisco se había terminado de construir en 1546, y de la obra habían sobrado maderas y ladrillos que Esquivel aprovechó en comprar a un ínfimo precio; Así, el mismo arquitecto que edificaba el Colegio Máximo de San Pablo, se encargó de construir la casona, un edificio sólido, resistente a los temblores, que, ciertamente, no son pocos los que ha resistido. Se decía que en los sótanos existía una ancha galería que comunicaba con el convento de San Pedro donde habitaron los jesuitas. Palma cuenta que ese subterráneo era un lugar que le venía de perilla a los futuros escritores, ya que ahí se podían crear muchas historias de conspiraciones. ¿Pero para qué se hizo ese subterráneo? Ni Palma lo sabía ni tampoco le interesaba saberlo. Hasta 1635 la casa sirvió de posada para mineros y comerciantes portugueses. Por esa época, la plaza del mercado se situaba en San Francisco y el patio de la casa fue ocupado por los vendedores de frutas. La casona fue heredada por doña María de Esquivel y Járava, esposa de un general español; Muerta ella, la Inquisición, por deudas contraídas y tras tres años de juicio, decidió rematarla. Don Diego Esquivel y Járava, de origen cuzqueño, no quiso que la propiedad de su tía abuela pasara a familias extrañas por lo que pagó la deuda de los acreedores. Fue luego de la Independencia cuando la casona pasó a otros propietarios. Sin embargo, hay quien no deja de preguntarse ¿Pero por qué se llama Casa de Pilatos? Hay una versión que nos da el motivo. Según se dice, en agosto de 1635 y cuando la casa estaba arrendada a mineros y comerciantes portugueses, pasó por ella un viernes por la noche, un joven que había tomado unos tragos de más. El joven al notar que la puerta estaba sin cerrojo, ingresó, al ver luces en los altos y escuchar ruidos de gente, pensó que se trataba de una jarana, subió por la escalera de piedra. Al llegar al segundo piso, caminó por los corredores hasta llegar a una ventana, pudo ver, a través de ella, que se trataba de un gran salón cuyas paredes estaban tapizadas de un género color negro. Notó que bajo un dosel estaba el hombre más acaudalado de la ciudad, el portugués don Manuel Bautista Pérez, y hasta cien compatriotas suyos sentados en unos escaños escuchando en silencio el discurso de Pérez Bautista. Frente al dosel, había un crucifijo en tamaño natural. Cuando terminó de hablar Pérez, todos los asistentes, menos él, fueron por turno levantándose de sus asientos, avanzaban hacia el crucifijo y todos iniciaban a flagelar al Cristo. Pérez - como Pilatos - autorizaba este castigo. El intruso no pudo ver más, se escapó como pudo de la casa y fue con el dato a la Inquisición que a las pocas horas les echó la mano a Pérez Bautista y a los cien judíos portugueses, mientras el crucifijo profanado fue llevado en procesión a la iglesia de San Pedro. Bajo tormento Bautista confeso que era el rabino de la congregación y que utilizaba la casona como sinagoga para sus aberrantes prácticas. Por ese motivo, este sujeto junto con diez de sus correligionarios, fueron quemados vivos en el auto de fe de 1639. Asimismo, cincuenta portugueses más fueron castigados a latigazos, todos ellos poseedores una gran fortuna que les fueron embargados y obligados bajo pena de muerte a que se ‘conviertan’ en cristianos. Demás está decir que muchos de ellos no aceptaron el trato y terminaron de combustible para la hoguera. Entretanto, al judío Bautista Pérez los limeños le pusieron el apodo de Pilatos, y desde entonces, la casona quedó bautizada con ese nombre. Cabe destacar que en el siglo XIX, cuando llegó la Independencia a toda América, fue en esa casona donde funcionó la primera logia masónica preparatoria para la llegada de San Martín. Tras ser comprada por el gobierno peruano durante el segundo gobierno de Manuel Prado, se convirtió en sede de la Casa de Cultura (antecesora del Instituto Nacional de Cultura) hasta que tras la promulgación de la constitución de 1993 se instalo el Tribunal Constitucional (TC) que hasta ahora la ocupa. No cabe duda que hoy como ayer, los crímenes de odio practicados por los judíos no ha cambiado un ápice, y si Occidente no fuera cristiano, hace mucho que su presencia en Tierra Santa hubiera sido arrasada - ya fueran iglesias o monasterios - como hacen con las mezquitas de los musulmanes, exterminando además a sus feligreses como actualmente ocurre en Gaza. Pero ganas de hacerlo no les falta, como demuestra la existencia de grupos extremistas que hostilizan a las pequeñas comunidades cristianas, vandalizando sus lugares sagrados y en más de una ocasión las han incendiado, como ocurre especialmente con la Abadía de la Dormición, blanco frecuente de estos criminales que son alentados por el ocupante sionista. Y luego, son estos los que se dan de “victimas” cuando en realidad son los verdugos. Siempre lo han sido. De ello no hay duda alguna. Y en cuanto a la Casa de Pilatos, un acertado nombre por el acto de profanación cometido por los judíos, siendo castigados como merecían.
martes, 10 de octubre de 2023
PACHACÁMAC: El verdadero “Señor de los Milagros”
Como sabéis, en el país andino se venera cada mes de octubre la imagen del llamado ‘Señor de los Milagros’ quien es paseado en andas por las calles con gran asistencia de feligreses, creyendo en que mediante sus oraciones, puede ayudarlos en la solución de sus problemas. Pero lo que no saben es que no están adorando al Cristo Crucificado, como la Iglesia Católica insiste en hacerles creer, sino a una antiquísima deidad prehispánica llamada Pachacámac (‘el que mueve el mundo’) que tras la llegada de los españoles en el siglo XVI - quienes impusieron el cristianismo a los indios, mediante la extirpación de sus idolatrías y adoptar obligatoriamente la nueva religión - se ‘metamorfoseo’ transformándose en el llamado ‘Señor de los Milagros’ Ello ocurrió debido al sincretismo religioso, que también se dio en otros lugares de América, donde sus deidades ancestrales fueron reemplazados por vírgenes y santos ‘cristianos’, a los cuales al adorarlos, continuaron en realidad rindiendo homenaje a sus antiguos dioses. Así por ejemplo, el ya citado ‘Señor de los Milagros’, es considerado actualmente como “protector de la población contra los terremotos en la costa peruana”, cuando en realidad Pachacámac ya era conocido de esa manera por las antiguas civilizaciones que precedieron a la llegada de los españoles; Otro caso similar fue La Virgen María, asimilada a la de la Pachamama (o madre tierra), como se evidencia en el cuadro La Virgen del Cerro - de autor anónimo - perteneciente a la Escuela Cuzqueña; Por su parte, el apóstol Santiago, que en España es venerado como un santo luchador y fue llamado ‘Matamoros’ por considerarse que había colaborado a los españoles en su lucha contra los musulmanes, fue asociado a Illapa, el dios del rayo, y renombrado como ‘Mataindios’; Diversos historiadores encuentran una asociación entre Illapa y los arcángeles arcabuceros de la Escuela Cuzqueña en cuanto éstos son capaces de hacer fuego con sus armas. Pero aparte de sus templos, los nativos también adoraban a ciertas montañas - denominadas Apus - y les hacían toda clase de ofrendas. Cuando los españoles se dieron cuenta que las montañas eran deidades sagradas para los indígenas, colocaron una cruz sobre ellas, como una forma de imposición de la religión católica sobre las creencias nativas, cruces que hasta la actualidad pueden observarse en varias de ellas. Luego del fracaso de los primeros intentos de evangelización forzosa, los religiosos adoptaron criterios más flexibles y permitieron que el sincretismo se exprese en todas sus manifestaciones. Así, los indios se apropiaron de símbolos cristianos con el fin de expresar su propia religiosidad. Pero volviendo a nuestro tema de fondo - el llamado ‘Señor de los Milagros’ - la conocida historiadora peruana María Rostworowski de Diez Canseco, escribió en 1992 un libro titulado Pachacámac y el Señor de los Milagros; Una trayectoria milenaria, que considero muy interesante, porque nos presenta algunos detalles que vale la pena recalcar. La primera particularidad de este libro, es la ligazón entre mitos e historia prehispánica del culto de Pachacámac, uno de los más importantes y auténticamente panandinos, y un fenómeno muy sui-géneris en el mundo católico, que es el culto al Señor de los Milagros. La primera parte del libro está dedicada a los mitos que originan el culto a Pachacámac, que es un culto preincaico, comparándolo con otros mitos de la sierra y de la selva (éstos son muy interesantes, porque son poco conocidos). La cosmogonía andina es resumida, y constituye además una buena introducción para quienes no son expertos en el tema, y han tirado la toalla sin completar la lectura de, por ejemplo, Los Dioses y hombres de Huarochirí del padre Ávila. A continuación, el libro presenta la historia de Pachacámac y sus alrededores durante los felices tiempos del Virreynato y las relaciones entre españoles, indios, y negros. Un hecho interesante a este respecto es cómo los primeros aparentemente incentivaron la hostilidad entre nativos y negros, aparentemente como una práctica de "divide y vencerás" que siempre funciona. Como ejemplo, María menciona la prohibición establecida "contra las uniones de negros e indias". También es notable la evidencia presentada de que era común que curacas poseyeran esclavos africanos, particularmente en los inicios de la Colonia. Y aún más, María cita un estudio que muestra que una comunidad andina compró esclavos para que construyeran un puente sobre el profundo río Apurímac, evitando de este modo la mita o trabajo personal. Pero resulta que por aquellos tiempos, un grupo de indios provenientes de Pachacámac fueron llevados a trabajar en las huertas de Lima, trayendo sin duda muy vivo el recuerdo de su dios principal, uno de cuyos principales poderes era precisamente protegerlos contra los terremotos. Poco a poco, la tradición se fue "cristianizando", y ya en 1771 se hablaba del ‘Señor de los Milagros’ que no es otro que Pachacámac, presentado como Cristo en la cruz. Al diluirse la población indígena en la costa, aparecieron las primeras cofradías de negros (entre ellas una del lugar de la ciudad de Lima donde habían vivido los indios de Pachacámac, llamado precisamente Pachacamilla) adoptando la religión ‘cristiana’ que allí se practicaba. En el terremoto de 1655, el casi abandonado mural del Cristo de Pachacamilla vio resurgir su popularidad, al no haberse caído, como prácticamente todo lo demás a su alrededor. Calificado este hecho fortuito de ‘milagroso’, dio origen a una enfervorizada pero equivocada adoración que persiste hasta el día de hoy, ya que a quien los peruanos tendrían que rendir sus plegarias debería ser a Pachacámac y no a quien tomo su lugar ¿no os parece?
martes, 3 de octubre de 2023
EL DUENDE DE LA BAJADA DE LOS BAÑOS DE BARRANCO: Extraña criatura de la noche
Lima es una ciudad en la que no solo se han tejido, y todavía se tejen, las más increíbles historias de toda índole. Pero también hay de las que pocos hablan, por ser consideradas bajo lo que se conoce como paranormal, aunque no suelen ser más que relatos de excesiva imaginación o sugestión. Estas historias se han convertido en parte de la cultura popular. Incluso sin haber sido testigos de los acontecimientos, aun así, estos relatos pueden ponernos la piel de gallina. Uno de los lugares predilectos en donde se pueden escuchar estos relatos casi como cosa cotidiana es Barranco. Este pequeño distrito es conocido por su vida bohemia y lo enigmático de sus pequeñas y coloridas calles. Y por algunos eventos que los rumores dicen que suelen ocurrir en la zona conocida como la Bajada de los Baños. Originalmente fue un camino empinado construido a finales del siglo XIX, para acceder a la orilla del mar, debido a que la ruta original fue clausurada, para instalar la Iglesia de la Ermita, En este pintoresco punto de Lima hay una historia que más de un vecino barranquino asegura haber vivido. Se trata de una jovencita en etapa escolar que, aprovechando que estaba de vacaciones, decidió ganarse unas monedas trabajando en un restaurante de propiedad de un amigo de su abuela. El local se encuentra en la bajada que lleva camino a la playa, frente al emblemático Puente de los Suspiros. Todo iba normal hasta que una noche, su enamorado llegó a buscarla a la salida para acompañarla a casa. Esa acción era usual, pero esa vez todo sería diferente. El muchacho entró a los tumbos al local, agitado y empapado de sudor. Preocupada por ver a su pareja en ese estado, le preguntó si había sido víctima de un robo, ya que ahora con mayor frecuencia, los malhechores se aprovechan de la oscuridad de la noche para realizar sus fechorías. Pero lo que escuchó la dejó pasmada. Mientras tomaba torpemente un vaso de agua que le había acercado previamente el dueño del restaurante el chico comenzó a relatar lo que le había sucedido. En una noche de verano más, cuando llegó la hora de ir a buscar a su amada. Pero al darse cuenta que todavía era temprano para pasar por ella, decidió caminar un poco más camino a la playa. Más adelante, oyó unos ruidos como de otras personas que reían y hablaban. La curiosidad le ganó y continuó avanzando para ver de quién se trataba. Hasta que llegó al punto donde se dobla para pasar por el puente y sintió y escalofrío que le recorría el cuerpo, ya que no había nadie en el puente. Sin embargo, las risas y las voces altas seguían escuchando, pero ahora detrás de él. En un principio solo se quedó mirando la profundidad del mar, pero el miedo ya lo invadía y optó por regresar corriendo por donde vino. Pero al voltear vio un ser de tamaño pequeño, como si fuera un niño. De largos cabellos, no tenía zapatos y sus manos y pies eran de color azulado. Además estaba dotado de alas parecidas a las de las libélulas. Al percatarse de la presencia del joven, el extraño ser elevó con rapidez sobre uno de los árboles y desapareció entre el follaje. Y con las pocas fuerzas que aún le quedaban luego de tamaña impresión, quien lo vio llegó al restaurante. Más sorprendidos, si es que se podía, quedó la joven pareja al escuchar al dueño del establecimiento que él ya lo había visto en más de una oportunidad. Decía que solía cuidar los locales de la zona cuando estaban cerrados y su presencia mantenía a alejados a los ladrones. Asimismo, llamo mucho la atención de que no se parece en nada a otros duendes peruanos, viejos y de piel arrugada que mayormente viven en el subsuelo. Pero al tratarse de un ser demoniaco, bien puede cambiar de apariencia para captar victimas. Como podéis imaginar, la pareja no regreso nunca más por ese lugar. Se dice desde entonces que la extraña criatura sigue apareciéndose por la zona, y si bien algunos envalentonados han querido atraparlo, nunca han podido lograr su objetivo, porque es muy escurridizo ¿Alguna vez lograran su propósito?
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