TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 25 de marzo de 2014
¿EXISTE VIDA EN GANIMEDES?: Un misterioso satélite de Júpiter que guarda muchos secretos
A mediados de la década de los setenta del pasado siglo, el peruano José Rosciano Holler (bajo el seudónimo de Yosip Ibrahim) escribió una obra titulada “Yo visite Ganímedes”, en la cual da a conocer el supuesto viaje “de un amigo” a ese satélite, donde tuvo contacto con seres alienígenas “que lo habitan”. A pesar de que luego de una rápida lectura, se descubre al instante de que todo lo que allí se describe es un producto de la imaginación (tal como lo admitió el propio autor de la obra poco antes de morir a comienzos del siglo XXI) no deja de llamar la atención la extraña composición de este satélite, que con sus 5.264 kilómetros de diámetro, es el más grande de Júpiter, y también del Sistema Solar. Inclusive es mayor que el planeta Mercurio, aunque sólo tiene la mitad de su masa. En efecto, Ganímedes posee una delgada atmósfera de oxígeno (como Europa), un considerable campo magnético, como en la Tierra (generado por el movimiento de materiales conductores en su interior), y está cubierto por una corteza de hielo. Debajo escondería un manto rocoso y un núcleo de hierro. Aunque también se ha especulado con que la corteza de hielo flotaría sobre un manto fangoso que podría contener una capa de agua líquida. La superficie de Ganímedes muestra asimismo zonas muy viejas, oscuras y cargadas de cráteres (que se ven como manchas brillantes), y otras regiones mucho más suaves y claras, con fisuras de posible origen tectónico. La corteza de Ganímedes parece estar dividida en placas tectónicas, como la Tierra. También se han observado flujos de lava ya solidificada. En este sentido, Ganímedes puede ser más similar a la Tierra que cualquiera de los planetas, Venus o Marte especialmente, (aunque no hay ninguna evidencia de actividad tectónica reciente. El rasgo más sobresaliente de la superficie de Ganímedes es una llanura oscura llamada Galileo Regio, así como una serie de anillos concéntricos, que son remanentes de un cráter de impacto antiguo, aunque se encuentra muy borrado por la actividad geológica subsiguiente. Por su parte, el Telescopio Espacial Hubble ha encontrado evidencias de oxígeno en una tenue atmósfera en Ganímedes, muy similar al encontrado en Europa. El oxígeno se produce cuando la radiación que baña el hielo superficial de Ganímedes lo descompone en hidrógeno y oxígeno por y el primero se pierde en el espacio por su baja masa atómica. Asimismo, los primeros sobrevuelos de Ganímedes de la nave Galileo descubrieron que el satélite tiene su propia magnetosfera, el cual probablemente se genera de un modo similar a la magnetósfera de la Tierra: es decir, resulta del movimiento de material conductivo en su interior. Además, se cree que podría existir una capa de agua líquida con una alta concentración de sal, tal como sucede en los océanos de la Tierra. Debido a estas características, Ganímedes siempre ha suscitado gran interés no solo para la ciencia, sino también ha sido fuente de especulación en la ufología clásica como posible lugar de asentamiento de civilizaciones extraterrestres, lo que la ha llevado a ser elegida como un lugar significativo para el argumento de diversas obras de autores de ciencia ficción. Sin embargo, los científicos creen que la posibilidad de encontrar formas de vida en ese satélite es menor si lo comparamos con Europa y Titán por ejemplo, pero aun así, seria bueno hacer el intento para desentrañar el misterio ¿no os parece?
martes, 18 de marzo de 2014
ANTARQUI: El hombre que podía volar
Se trata de un mito muy antiguo anterior al Imperio Inca y que estos últimos adoptaron posteriormente. En efecto, “el hombre volador” (que es la traducción quechua del Antarqui) está ampliamente representado en la iconografía Nazca y Paracas, en la cual este misterioso ser aparece dibujado tanto en sus cerámicas como en sus famosos mantos funerarios, en las cuales se le ve volar como un ave, tal como podemos apreciar en la imagen que acompaña nuestra nota. Como sabéis, durante el imperio Inca, existía un eficaz servicio de mensajería a cargo de los chasquis, quienes recorrían velozmente los caminos para traer noticias desde todos los rincones del Imperio hasta el Cuzco, la capital. Entre ellos se decía que había una división de chasquis de élite, quienes solo debían transportar mensajes reservados únicamente para conocimiento del propio Emperador. A esta selecta división se le conocía con el nombre de Antarquis (en honor a aquel mítico ser volador). Según se decía, estos chasquis tenían la peculiaridad de que podían viajar de cerro en cerro deslizándose por el aire gracias a un parapente fabricado con telas de algodón, lana, o alpaca, tratando de imitar al legendario Antarqui. Sin embargo, nunca se pudo comprobar la existencia de esta clase de mensajeros en tiempos de los Incas ni se han encontrado resto alguno de sus parapentes que aparentemente utilizaban para transportarse por los aires. A pesar de ello, podemos hacernos una idea de cómo se veían al apreciar en los museos los mantos Paracas en las cuales aparece Antarqui volando en diferentes direcciones. Asimismo existe otra leyenda más tardía sobre este extraño ser según un relato recopilado por el cronista español Pedro Sarmiento de Gamboa y probablemente traducida por Gonzalo Gómez Jiménez en 1572, quien escribió que este estaba dotado de extraordinarios poderes que hoy podríamos llamar psíquicos y que acompaño a Túpac Yupanqui en la conquista de Quito. Tras conseguir su objetivo, el Inca le pregunto si eran ciertos los rumores que los mercaderes propalaban, acerca de la existencia de unas islas muy ricas llamadas Hauachumpi y Ninachumpi, ubicadas en lo que hoy es Oceanía, para lo cual - cuenta el relato – ordeno al adivino que utilizase sus capacidades para volar y transportarse a esos misteriosos lugares, confirmando a su regreso de sus riquezas al Inca, quien organizo a continuación una famosa expedición a la Polinesia (aunque no sabemos al lugar exacto adonde llego) que duro cerca de dos años. Este viaje ha sido detalladamente investigado por el historiador José Antonio Del Busto Duthurburu en su obra Túpac Yupanqui Descubridor de la Oceanía (2006). Aquí no vamos a discutir si eran unas islas de la Polinesia, que según la teoría de Del Busto eran Rapa Nui y Mangareva, sobre la base de una leyenda que existe en el lugar y en las islas Marquesas que cuenta “sobre un gran rey Tupa que llegó con balsas, trayendo orfebrería, cerámica y textilería”; y en contrapartida él trajo mucho oro, gente negra, una silla de latón y una quijada de caballo que fueron guardados celosamente en el Cuzco hasta la llegada de los españoles. Hipótesis que puede ser apoyada por la travesía del Kontiki, nombre en honor al dios inca Wiracocha, que hizo el explorador noruego Thor Heyerdahl. En cuanto al tal Antarqui, el relato no cuenta más sobre él y desapareció sin dejar rastro. ¿Quién era ese misterioso personaje y de dónde venía? ¿Existen evidencias sobre si sus “vuelos en el aire” se realizaban por medios alucinógenos o efectivamente tenia poderes sobrenaturales? ¿Es mera ficción este relato y propio de mentes supersticiosas e idolátricas o por el contrario existen indicios para atribuirle verosimilitud? Estas son las preguntas que nos sobrevienen y que tienen relieve propio por cuanto permiten comprender la naturaleza de las ideas en un mundo dominado por el visionarismo religioso y lo sobrenatural. ¿Es esto posible? En primer lugar, Antarqui puede ser asociado etimológicamente con la palabra quechua Antisuyo o punto cardinal que señala el Este, en el caso del Perú se refiere a la gente de la selva amazónica, lugar famoso por sus poderosos chamanes y uso de vigorosas plantas alucinógenas, la ayahuasca entre las más célebres. Por tanto, Antarqui pudo ser un nombre que relacionaba al nigromante con su lugar de origen, a saber, la selva amazónica. Si estamos en lo cierto, entonces lo más seguro era que utilizara yerbas alucinógenas para provocar estados alterados de conciencia. No sabemos con exactitud qué “artes” empleó Antarqui, y quizá nunca se sepa con certeza, pero al parecer está relacionada con un tipo de meditación vinculada a la ingesta de algún alucinógeno nativo. Por lo demás, se trataba de una práctica sagrada muy extendida en el mundo americano precolombino. La meditación por alucinógenos es otro tipo básico de meditación mística, con efectos psicológicos y fisiológicos propios. Según los especialistas la meditación acontece en un punto en que converge la mente y el espíritu. Lo que ocurrió en realidad es algo que quizás nunca lo lleguemos a saber.
martes, 11 de marzo de 2014
ANCASH: Sorpresivo avistamiento de una flotilla de OVNIS sobre el Huascarán
Una noticia dada a conocer el 3 de diciembre de 1994 dio cuenta de un extraño caso, el cual a pesar del tiempo transcurrido ha quedado envuelto en el misterio. Sucede que en esa oportunidad, más de medio centenar de testigos quedaron paralizados ante la presencia de una escuadrilla luminosa de platillos voladores en las faldas del nevado Huascarán, el más alto del país, donde incluso llegaron a aterrizar. El inusual hecho motivo toda una serie de comentarios entre los asustados vecinos de Yungay quienes vieron en ello “una señal de mal agüero”. Un testigo del acontecimiento relató con lujo de detalles que a las 01.30 horas de ese día aparecieron en el cielo cuatro brillantes objetos redondos, cuya excesiva luminosidad, atrajo la atención de numerosos pobladores que se hallaban dentro de sus viviendas, quienes se percataron de que esas extrañas naves que se desplazaban silenciosamente, inesperadamente dieron una vuelta de 180 grados antes de posarse en las faldas del Huascarán. Los testigos incluso diferenciaron el tamaño de uno de ellos – el más pequeño – el cual pareciera dirigir a los más grandes de quienes brotaban luces de color azul, amarillo y verde iluminando más de un kilómetro a la redonda. En el momento en que uno de ellos se posara en el nevado, irradio una intensa luz que “nos cegaron a todos” según relato uno de los testigos. En ese mismo instante, las tres naves restantes también aterrizaron suavemente en el nevado sin hacer ruido alguno. Es por ello que algunos pobladores pensaron que se trataban de luces artificiales, sin embargo, a medida que pasaban los minutos descubrieron que la realidad era diferente: los OVNIS – tal vez percatándose de la presencia de aquellos testigos – volvieron a elevarse súbitamente, provocando la huida de los pobladores quienes corrieron en busca de protección. Una vez que se alejaron, estos recién recuperaron la tranquilidad. Incluso algunos de ellos venciendo sus temores, se acercaron al lugar donde habían aterrizado aquellas esferas luminosas y solo encontraron unos círculos gigantes como una señal de la presencia de tan extraños visitantes. Asimismo, expresaron su temor ya que piensan que se trató de “un mal presagio” porque están convencidos de que estos fenómenos atraen terremotos y sequías. Venga ya, dejémosles que sigan creyendo eso. Lo importante de todo esto es que a pesar que se han reportado casos similares de avistamientos de OVNIS a lo largo de la Cordillera de los Andes a través de los años, aun no tenemos una respuesta convincente a estos sucesos. Hay testigos que afirman haber visto extrañas luces entrando y saliendo de las incontables lagunas que existen en esos parajes deshabitados que utilizarían como bases submarinas Vaya uno a saber cual es la verdad.
martes, 4 de marzo de 2014
EXTRAÑO DESCUBRIMIENTO: Un objeto nunca visto llega de los confines del Sistema Solar
El telescopio espacial de la NASA Neowise (Near-Earth Object Wide-field Infrared Survey Explorer) ha descubierto un objeto nunca antes visto que se comporta de manera extraña, ya que orbita el Sol en el sentido opuesto al que lo hacen la Tierra y los otros planetas, por lo que se desconoce que es lo que puede ser en realidad, segun informa esta semana The Huffington Post. Para la misión, es el primer hallazgo de este tipo desde que a finales del pasado año saliera de un largo estado de hibernación. Oficialmente llamado C/2014 C3 (NEOWISE), el hallazgo se produjo el 14 de febrero, cuando el aparente cometa se encontraba a unos 230 millones de kilómetros de la Tierra. Aunque su órbita es todavía un poco incierta, parece que ha llegado de los límites exteriores de nuestro Sistema Solar. Un sofisticado software de la misión recogió el objeto en movimiento sobre un fondo de estrellas fijas. Mientras Neowise circundaba la Tierra, escudriñando el cielo, observó el objeto seis veces antes de que saliera fuera de su vista. El descubrimiento fue confirmado por el Minor Planet Center en Boston (EE.UU.), la institución encargada de recopilar este tipo de observaciones llegadas de todo el mundo. «Este supuesto cometa es un 'bicho raro', se encuentra en una órbita retrógrada, lo que significa que orbita alrededor del Sol en el sentido opuesto de la Tierra y los otros planetas», explica Amy Mainzer, investigadora principal de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California. Si bien este es el primer aparente cometa que Neowise ha descubierto desde que ha salido de la hibernación, a la nave se le atribuye el descubrimiento de otros 21 cometas durante su misión principal. Originalmente llamada WISE, la nave fue «dormida» en 2011 después de completar su misión principal. En septiembre de 2013, que fue reactivada y bautizada de nuevo como Neowise, se le asignó una nueva misión para apoyar a la NASA en la identificación de la población de objetos cercanos a la Tierra potencialmente peligrosos. Neowise también caracteriza los asteroides y cometas conocidos previamente para comprender mejor su tamaño y composición. Venga ya, ¿en realidad se trata de un cometa con una orbita excéntrica o no? Habría que estar muy atentos para saber más sobre este inusual descubrimiento.
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