Como sabéis, el Perú es un lugar lleno de mitología, de historia, de fascinantes monumentos inexplicables construidos mucho antes de los incas, además de un país repleto de increíbles misterios que permanecen sin respuesta. Sucede que ocultas cerca del Valle Sagrado de los Incas - a pocos kilómetros del Cuzco - se encuentran las enigmáticas ruinas de Ñaupa Huaca, un antiguo monumento construido con tal precisión que nadie puede explicar cómo o por qué fue erigido. En efecto, si nos desplazamos no muy lejos del Valle Sagrado encontraremos una curiosa caverna con una extraña entrada en forma de V. Dentro de ella nos aguarda un curioso monumento, esculpido en roca, como si alguien hubiese utilizado antiguamente una tecnología extremadamente avanzada para trabajar la piedra con suma facilidad, creando líneas rectas casi perfectas, esquinas afiladas y superficies lisas. El resultado es una “puerta falsa” que, al menos físicamente, no conduce a ninguna parte. Finamente tallada, es lo suficientemente grande como para que una persona se siente cómodamente en ella. Quiénes y por qué crearon estos intrincados diseños en piedra son dos misterios, pero uno mayor es definitivamente el CÓMO. Ñaupa Huaca presenta un diseño increíble que cuestiona todo nuestro conocimiento sobre las civilizaciones andinas y sus antepasados. ¿Cómo se construyeron estas increíbles estructuras? ¿Por qué fueron construidas? ¿Qué tipo de tecnología se utilizó para ello? ¿Usaron realmente los antiguos habitantes de los Andes piedras y herramientas de madera para tallar formas casi perfectas, superficies lisas y líneas rectas perfectas? ¿O nos falta algo por descubrir? El intrincado diseño, las superficies lisas y los cortes tipo láser de Naupa Huaca son impresionantes. A una altitud de casi 1.000 metros sobre el nivel del mar, la entrada de la cueva aparece como si estuviera perfectamente cortada, creando dos ángulos diferentes: uno de 60° y otro de 52°. Curiosamente, como señala Earth Matrix, algunos de los grados de inclinación más comúnmente citados como ángulos de elevación de las caras de las pirámides del antiguo Egipto respecto al horizonte son: 52° (La “pirámide perfecta” de Meidum); 51° 50′ o 51° 51′ 14″ (entre otros los de la Gran Pirámide de Khufu); 52° 20′ 00″ 0 (segunda pirámide de Guiza); 51° (tercera pirámide de Guiza). Pero Ñaupa Huaca ofrece detalles aún más increíbles. Quienquiera que decidiera construir estos lugares místicos, de alguna manera escogió el punto exacto de la ladera de la montaña donde hay rastros de piedra azul. En claro contraste con la piedra arenisca circundante, la piedra azul contiene un tipo de cristal que ha sido utilizado por los primeros receptores de radio gracias a sus excelentes propiedades eléctricas. Esta roca también es de naturaleza magnética. Lo que es aún más incomprensible es que si viajamos alrededor del mundo, nos encontramos con Stonehenge y sus magníficas y gigantescas piedras. Por alguna razón, las “piedras azules” eran tan importantes que los arquitectos de Stonehenge decidieron transportarlas a lo largo de más de 200 km. Los investigadores están de acuerdo en que el transporte de larga distancia de las piedras azules desde Gales hasta Stonehenge es sin duda uno de los logros más notables de aquella sociedad de hace miles de años. Aunque muchos expertos defienden diversas teorías sobre cómo el hombre logró transportar estas enormes rocas a través de largas distancias, nadie puede decir con certeza cómo se hizo, hace miles de años, cuando la sociedad se hallaba en una etapa tan primitiva. Además, los arqueólogos han encontrado evidencias de que en realidad “las piedras azules” fueron extraídas 500 años antes de que fueran colocadas en Wiltshire, lo que ha llevado a la teoría de que Stonehenge podría ser un monumento “reciclado”. En cuanto a Ñaupa Huaca, si sus características no os parecen lo suficientemente interesantes, y las líneas perfectas, esquinas agudas y superficies lisas no os dejáis intrigado, hay otros detalles que demuestran lo misterioso que resulta Ñaupa Huaca. La enigmática puerta falsa parece haber sido esculpida en tres niveles diferentes, y el altar basáltico a su izquierda presenta tres ventanas exquisitamente talladas. Pero, ¿por qué tres? Para responder a esto, echemos un vistazo a la obra de Richard Cassaro, autor de varios libros, quien plantea varias cuestiones tan interesantes como: ¿las primeras culturas del mundo heredaron la misma alta sabiduría de una misma Cultura Madre más antigua pero ahora desaparecida? Como observa Cassaro, si echamos un vistazo a diferentes pirámides y templos de todo el mundo nos daremos cuenta de que las antiguas construcciones con forma piramidal fueron todas erigidas con templos de tres puertas. ¿Significa esto que compartían todas aquellas culturas la misma religión? Cassaro explica que, al igual que las pirámides, la presencia de estos templos trípticos en todo el mundo supone argumentos de gran peso para la posible existencia de una “Atlántida”. Es decir, que la civilización tendría raíces mucho más antiguas que las aceptadas actualmente por la ciencia; que hubo un gran episodio olvidado en la historia humana; que hace milenios floreció una antigua cultura muy avanzada que fue destruida por un cataclismo, y que las primeras culturas conocidas de la historia eran herederas de su legado. ¿Es una coincidencia que la puerta falsa de Ñaupa Huaca se haya esculpido en tres niveles diferentes y que el altar basáltico situado a su izquierda presente tres ventanas exquisitamente talladas? Pero el misterio se hace aún más profundo. En efecto, si viajamos a Machu Picchu - la ciudadela inca del siglo XV situada en una cordillera a 2.430 metros sobre el nivel del mar - encontramos una curiosa estructura conocida como Templo de las Tres Ventanas, ubicada en la esquina suroeste de la plaza principal. Allí encontramos una sala de piedra de 10,6 x 4,2 metros, con tres ventanas trapezoidales dispuestas a lo largo de una pared, una característica extraña en la arquitectura inca, pero paradójicamente muy presente en todo el mundo. Curiosamente, según la mitología inca, los mundos que componen nuestro universo son tres: el inframundo (Ukhu pacha), nuestro mundo físico (Kay pacha) y el “mundo de arriba” (Hanaq pacha). Dichos mundos son, simultáneamente, espaciales y temporales. Aunque el universo se consideraba un sistema unificado dentro de la cosmología inca, la división entre los mundos formaba parte del dualismo prominente en sus creencias, una filosofía conocida como Yanantin. De ello se derivaba un dualismo presente en todo lo existente. Es decir, cualquier elemento creado poseería ambas características opuestas de cualquier rasgo: tanto caliente como frío, positivo como negativo, pesado como ligero, etc. Un claro ejemplo de esto es la llamada Puerta del Sol de Tiahuanaco, que vendría a representar la interconexión entre “estos tres mundos”. Creada a partir de un solo bloque de andesita, con un peso aproximado de 10 toneladas, mide alrededor de 3x4 metros. Algunos autores sostienen que su construcción se remonta al año 15.000 a. C. Pero la mayoría defiende que Tiahuanaco, aun siendo una de las culturas más antiguas de América del Sur, habría florecido aproximadamente entre el 1500 a. C. y el 1000 d. C.Y si todo lo anterior todavía no os ha atrapado su interés, podéis sumarle el Huaca. Si bien la cantería inca es más que admirable, la técnica y la precisión presentes parecen incomparables a la escala y calidad de los Incas. Como muchos otros lugares antiguos del Perú, Ñaupa Huaca fue probablemente erigido por una cultura anterior a los incas. Una civilización que se aseguró de que su legado les sobreviviera para que futuras generaciones fueran conocedoras de su historia, escrita en piedra.
Con motivo del curioso fenómeno ocurrido la semana pasada en nuestra estrella más cercana, donde apareció sorpresivamente “una serpiente solar” reptando en su superficie - y del cual dimos cuenta en Inframundo - vuelven a resurgir toda una serie de teorías acerca de que el Sol pueda albergar vida, por más que a algunos les pueda parecer disparatadas. Pero ello no es nuevo, ya que los científicos siempre se han preguntado ¿Podemos imaginar, hasta qué punto puede ser extraña la vida en el universo? ¿Es posible la vida en las propias estrellas? Y el Sol, como sabéis, es uno de ellos. Uno de los primeros astrónomos que formulo esa teoría fue William Herschel, quien descubrió Urano, y que en 1795 argumentó que el Sol era solo un enorme planeta y que si los demás tienen vida, entonces debía tenerla. En aquellos días era común pensar que los planetas estaban habitados como la Tierra. Luego de que Galileo hiciera sus primeros estudios sobre el Sol, los astrónomos del siglo XVIII tuvieron una idea extraña. El Sol era solamente un planeta y se veía así de brillante porque su atmósfera era luminosa. Las manchas solares eran volcanes que se veían a lo lejos, aunque para otros, la superficie caliente eran los océanos. Si bien hoy sabemos que las manchas solares son puntos donde el campo magnético está concentrado y se inhibe el transporte de calor, bajando la temperatura en muchos grados sobre ese sitio, para Herschel podían ser montañas o aperturas en la atmósfera que dejaban expuesta la superficie. Creía también en la formación de nubes similares a las de la Tierra, pero en vez de llover agua, llueve luz. Para Herschel era importante llevar al Sol al mismo estatus que la Tierra debido a las implicaciones filosóficas. Todos los planetas debían tener vida bajo su concepción, y el Sol era uno de ellos. Herschel creía que estaba poblado por criaturas adaptadas a ese tipo de clima. Pero a su vez, repudiaba a quienes consideraban al Sol un sitio de castigo divino, como una parte de la Iglesia predicaba. Años más tarde, explicó que no solo tenía una atmósfera, sino que había una capa de nubes muy opacas, donde la luz rebotaba protegiendo a las personas. Luego de la invención del espectroscopio el Sol pudo ser estudiado en profundidad. El helio y el hidrógeno fueron descubiertos y se determinó que la energía del Sol tenía que ver con el poder nuclear. El pensamiento de Herschel fue rápidamente refutado, pero hoy en día, hay quienes piensan que no estuviera tan equivocado. En efecto - según da cuenta esta semana Space - algunos astrónomos han propuesto la existencia de “seres vivos” en el interior del Sol. Nuestra estrella es una inmensa bola de plasma, un mar de núcleos atómicos - esencialmente hidrógeno y helio - y electrones reunidos por la gravedad y soportando intensos campos magnéticos: es a partir de este material con el que se construiría la vida. Utilizando el flujo de energía proveniente de las reacciones nucleares de su interior, los organismos solares, bautizados con el llamativo nombre “plasmobios”, se formarían gracias a la interacción entre las fuerzas magnéticas y las cargas eléctricas en movimiento, que se irían organizando en estructuras cada vez más complejas. Un paso hacia estos “plasmobios” lo dio Mircea Sanduloviciu de la Universidad Cuza en Rumanía en el 2003. Estudiando la formación de plasma en cámaras de descarga comprobó que se formaban de manera espontánea esferas compuestas por dos capas: una exterior con carga negativa - electrones - y otra interior, positiva -cationes-. En su interior quedaban encerrados átomos del gas contenido en la cámara. La existencia de una separación entre un objeto y el entorno (una membrana) es uno de los criterios que se usan para definir una célula viva. Pero las esferas de Sanduloviciu también se duplican, se comunican información mediante ondas de radio de modo que los átomos de otras esferas vibren en la misma frecuencia, metabolizan y crecen. Para el científico rumano sus “criaturas” podrían encontrarse en el origen de otras formas de vida, totalmente diferentes, en mundos lejanos. Una historia asociada a la vida solar es la del ingeniero retirado alemán G. Bueren, que en 1951 propuso que las manchas solares eran agujeros que llegaban hasta el interior del Sol, donde podría haber vida. Es más, apostó públicamente que los científicos no podrían demostrar que era imposible la vida en el Sol. La sociedad Astronomische Gessellschaft le demandó y fue sentenciado a pagar la apuesta. Ahora bien, Bueren pudo equivocarse sólo en la fecha. Dentro de 5.000 millones de años, cuando el Sol se convierta en una gigante roja y su tamaño se expanda hasta alcanzar la órbita de la Tierra, algunos astrónomos apuntan a que nuestro planeta no se evaporará dentro de semejante monstruo, sino que será expulsada y quedará intacta. Los más imaginativos creen que bajo la roja superficie, a unos 3000º C, podrían sobrevivir algunos microorganismos hipertermófilos. Yendo un poco más lejos, ¿es posible la vida a nivel subatómico? Evidentemente se trataría de un tipo de vida que no estaría basada en la interacción electromagnética sino en las dos fuerzas nucleares, la fuerza fuerte (responsable de la cohesión del núcleo atómico) y la fuerza débil (que guía ciertas desintegraciones radiactivas). En este caso, la escala de tiempos de la que estaríamos hablando no sería de siglos ni años, como la humana, sino de fracciones de segundo. A nivel subatómico todo es muy pequeño transcurre tremendamente deprisa. Si fuéramos un protón mediríamos 10-13 centímetros y nos moveríamos a una velocidad de 1.000 kilómetros por segundo pues para ellos la temperatura ambiente es sutilmente diferente: lo que para el ser humano son unos cómodos 20º C para ellos son un millón de grados. ¿Dónde podríamos encontrar un lugar que fuera algo equivalente a nuestra Tierra para esos seres subatómicos? El radioastrónomo Frank Drake propuso en 1973 que en la superficie de una estrella de neutrones, un peculiar objeto astronómico que posee con una masa de unos pocos soles encerrados en el interior de una esfera de 3 kilómetros de diámetro rotando sobre sí misma mil veces por segundo. Allí la materia está tan concentrada y se encuentra a unas presiones tan elevadas que se presenta en una especie de sopa de neutrones y otras partículas subatómicas que tienen nombres tan peculiares como el de piones. En la hirviente superficie de una estrella como ésta las partículas elementales viajan a velocidades de miles de kilómetros por segundo, o lo que es lo mismo millones de kilómetros por hora, lo cual es equivalente a viajar milésimas de centímetro en casi una billonésima de segundo. Las colisiones entre las partículas muy bien pueden crear núcleos atómicos inalcanzables para nuestros laboratorios, compuestos por miles o incluso decenas de miles de protones y neutrones. Quizá estos núcleos se desintegren en otros más ligeros después de un tiempo infinitamente más corto que un suspiro, en una mil billonésima de segundo. A nosotros nos puede parecer algo prácticamente instantáneo, pero para la escala de tiempo de las partículas subatómicas es un millón de veces más largo. Mucho pueden cambiar las cosas durante ese tiempo a esos mastodónticos núcleos. En 1992 Tobias Owen y Donald Goldsmith dieron un paso más allá y especularon acerca de una hipotética “vida atómica” en la superficie de estas estrellas. ¿Por qué no imaginar que los millones de colisiones a los que están sometidas las partículas en las estrellas de neutrones puedan acabar por dar formas de vida que interaccionan entre ellas de manera organizada? De ser así, la evolución de esa “vida” sucedería a un ritmo frenético comparada con la nuestra. Su origen no requeriría mil millones de años sino una mil millonésima de año, o lo que es lo mismo, un treceavo de segundo. Llevando esta suposición al límite, podríamos incluso imaginar civilizaciones que surgen y desaparecen en, literalmente, un abrir y cerrar de ojos. Incluso somos capaces de intuir qué tipo de radiación electromagnética utilizarían para comunicarse: los rayos gamma, que surgen de manera natural en la interacción entre partículas subatómicas del mismo modo que la luz visible, la que nosotros usamos, aparece si hablamos de átomos. Ahora, para comprobar dichas teorías, sería necesario “asolizar” en su superficie, lo cual materialmente es imposible, por lo que todo quedará lamentablemente en el campo de la especulación.
Venga ya, siempre me ha parecido curioso que en las carreteras del Perú - o mejor dicho, en sus cunetas - se encuentran pequeñas cruces o lapidas como si allí estuviera enterrado un cadáver. Cuando les pregunte a los nativos el motivo de ello y porque no llevan al muerto al cementerio o el coste es prohibitivo para sus economías, me respondieron que solo son recordatorios de quienes murieron en esos lugares y que fueron levantados por sus familiares, los cuales incluso colocan flores en el lugar. Digo esto, porque en una ocasión mientras iba a Paracas por la Panamericana sur, pude notar a la vera del camino una serie de cruces, y el chofer me dijo que años atrás un bus interprovincial se volcó en el lugar por exceso de velocidad, el cual como podéis suponer dejo varias víctimas. Seguí observando el desolado paisaje durante el viaje, cuando me percate de una lapida que tenía muchas flores a su alrededor. “¿Quiere que le cuente su historia?” me dijo el chofer. “Claro, soy todo oídos” le respondí, y el comenzó su relato: “En ese lugar ocurrió hace mucho tiempo un terrible accidente, en el cual una niña perdió la vida al ser aplastada por las ruedas de un pesado tráiler, cuyo chofer se dio a la fuga. Desde entonces se dice que allí aparece su fantasma a altas horas de la noche y hay quienes cuentan haberla visto. El motivo por el cual ronda el lugar nadie lo sabe o quizás busca venganza de quien la mato. Precisamente, una de las historias más conocidas involucra a unos jóvenes universitarios que al igual que usted, iban a Paracas a pasar despreocupadamente el fin de semana, sin imaginar que dos de ellos perderían la vida antes de llegar a su destino, los cuales salieron de Lima en su propio coche un viernes al anochecer, por lo que manejando a toda velocidad llegarían en horas de la madrugada. Uno de los viajeros, David, estaba entusiasmado ya que acababa de comprarse una nueva cámara de vídeo digital, que contaba con captura de imágenes en infrarrojos, por lo que a lo largo del camino, iba trasteando con su cámara y grababa desde dentro del coche. Mientras iban hacia Paracas, al ver que ya era de noche, y notar que la carretera cruzaba zonas aisladas por las que casi nadie transitaba, decidieron acelerar el auto para llegar cuanto antes y mientras iban atentos, de repente vieron a lo lejos a una niña vestida de blanco que les miraba fijamente. No podían creer lo que sus ojos habían percibido y en seguida pararon el coche para comprobarlo, mientras David seguía grabando cada momento con su nueva cámara. La realidad es que no estaban preparados para ello, porque aquella niña les pidió si podían llevarla y, obviamente, ninguno de ellos negó la entrada a esta muchacha que se subió al vehículo. Cuando le preguntaron su nombre no contestó. Extrañados, entonces le preguntaron a dónde iba y ella les dijo un poco más adelante. Pasados unos minutos, aproximadamente, les señaló el lugar donde debían parar, diciéndoles “Allí, allí, donde he tenido un accidente y morí”. Los tres amigos no pudieron reaccionar ante aquellas palabras, llenos de pánico se miraban los unos a los otros, y David no podía dejar de enfocar a quien catalogaron como una pobre loca, la cual transformándose en un horrible monstruo, comenzó a gritar aterrorizada mirando a la cámara y, de forma inexplicable, algunos dicen que por el miedo, los amigos acabaron teniendo un accidente en el mismo punto y sólo David consiguió sobrevivir al siniestro pudiendo grabar todo lo ocurrido en su cámara de vídeo. A pesar de que este, cuando recobró el conocimiento, contó que había otra persona más en el coche, dicho cuerpo jamás apareció. La policía al investigar la declaración de David que afirmaba la existencia de una niña, se puso a investigar y finalmente descubrieron que efectivamente años atrás, en 1983, en ese mismo lugar había fallecido una niña con esas características. La noticia corrió como pólvora, ¿Esa alma en pena había provocado un accidente mortal en el mismo lugar donde se supone que había fallecido? ¿Quería ella en realidad advertirles a los chicos para que tuvieran cuidado y fue el pánico lo que desencadenó el accidente? La policía interrogó al superviviente para tener más detalles de lo ocurrido, pero David al parecer debido al shock decía que no podía (o no quería) recordar nada de aquella terrible experiencia” puntualizó. Lo único que se sabe de aquello es que la policía acabó confiscando la cinta grabada durante el suceso y del cual nunca se supo mas, por lo que sólo podemos conocer la historia que ha ido pasando de boca a boca y vosotros sois los que finalmente tenéis que decidir si esto fue una leyenda urbana u ocurrió en realidad. Por cierto, tanto en la ida como en mi regreso de Paracas al pasar por el lugar no ocurrió nada, quizá porque era de día, que si aparecía por allí, no me detendría por ningún motivo ¿Ustedes no harían lo mismo?
Revisando en las hemerotecas ediciones de diarios desaparecidos hace décadas atrás, siempre se puede encontrar noticias curiosas que quizás debido a la situación política que se vivía en el Perú por aquella época - ad portas del fin del régimen militar, con marchas de protestas en las calles y que además, sus relaciones con Chile eran tensas - no le dieron la importancia debida y paso al olvido a pesar de que involucro a gran número de personas, valiéndose de la censura que por aquel entonces existía los medios de comunicación - en poder del Estado desde la confiscación a sus propietarios a mediados de esa década - pero aun así siempre hubo quien se arriesgo a publicar una nota de aquel suceso (que le costó el puesto, según hemos podido averiguar) y que detallamos a continuación, tal como fue publicada en La Crónica ¿vale?: “El domingo 11 de noviembre de 1979 transcurría tranquilo para el vuelo de Aeroperú que transportaba a decenas de pasajeros con destino a Tacna, en el extremo sur del país. Pero esto no duro mucho. Lo que suponía ser un vuelo normal, terminó en un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de la ciudad luego de la presunta persecución de un OVNI. Todo comenzó a tan sólo diez millas de Tacna, la tripulación se percató de un objeto circular de gran tamaño por encima de ellos. Es más, parecía que se estaba acercando poco a poco, corriendo el riesgo de estrellarse. Alarmados, el piloto se comunicó con la torre de control de Tacna, advirtiendo que veían tráfico en su trayectoria y que necesitaban saber si aquella nave de origen desconocido venía hacia ellos. Pero la respuesta que recibieron fue desconcertante. Los radares no detectaron ningún objeto que pudiese intervenir. A su vez, el OVNI comenzó a perseguir el avión por casi setenta millas. Se acercaba cada vez más y más, llegando a estar a casi 500 metros de distancia. Según pudieron percatarse los pilotos, despedía una luz luminosa por debajo de su estructura. Esta era rápida y lograba moverse con gran facilidad por el cielo, superando cualquier maniobra evasiva antes vista. Con determinación, el piloto decidió cambiar el rumbo del avión, evitando una posible intercepción y enrumbar a toda velocidad al aeropuerto para poder aterrizar y ponerse a salvo. En las conversaciones grabadas, de hecho se puede escuchar cuando el piloto dice: ‘Es mucho más rápido que nosotros y se acerca cada vez más. ¡Nos va a chocar!’ Mientras el piloto pedía permiso para aterrizar de emergencia, un caza de combate de la FAP fue despachado desde su base aérea, con el fin de interceptar al extraño objeto. El avión persiguió al OVNI por varios minutos, hasta que se dio cuenta de que era imposible alcanzarlo. Cada vez que aceleraba, la nave desconocida también lo hacía, por lo que decidió abandonar la persecución y regresar a su base debido a la falta de combustible, pero al dar la vuelta, noto que estaba sucediendo algo increíble. El OVNI volvió a perseguir al avión de Aeroperú, siguiéndolo hasta que aterrizó en el aeropuerto, para luego elevarse rápidamente y desaparecer entre las nubes. Varias personas que fueron testigos reportaron haber visto la persecución. Este hecho causo gran conmoción entre los testigos del hecho, quienes trabajaban en el terminal aéreo, pero sus jefes les ordenaron guardar silencio y no informar a nadie de lo visto. Similar orden le dieron al piloto del caza que había salido a su encuentro. Ello debido a que temían que en realidad fuera una nave espía de origen chileno, al estar cerca de la frontera y no querían alertarlos. Pero lo que no previeron es que uno de los pasajeros de Aeroperú era reportero de nuestro diario y tras su retornó a Lima, comunico de ello al editor, quien decidió publicarlo”, puntualiza la nota. Eso sí, lo hicieron en páginas interiores por lo que se puede apreciar y sin dar cuenta de ello en la portada del diario, tal como se merecía. En cuanto al régimen militar, que ya estaba de salida, decidió cubrirlo con un manto de silencio, y por lo visto tuvo éxito en su misión, porque han pasado 43 años y el misterio de lo ocurrido ese día lastimosamente sigue sin resolverse. Cabe destacar por último, que en las costas del Perú siempre ocurren estos tipos de avistamientos desde hace tiempo, desconociéndose el origen de esos fenómenos, por lo que llama la atención la negativa de las autoridades a investigarlos -quizás por temor a ser ridiculizados sí lo admiten públicamente como sucede en otros países - pero aun así, la verdad debe salir a la luz ¿A que no lo creen ustedes?
Hace un tiempo atrás cuando residía en ese país, recorría el Cuzco con un amigo cuzqueño que me daba servicio de movilidad cada vez que visitaba la Ciudad Imperial. Bajábamos por la estrecha y empinada calle de Tambo de Montero rumbo a centro de la ciudad cuando me pregunta: “¿Arturo, has escuchado sobre el Niño Compadrito?” Mi respuesta como podéis imaginar, fue un rotundo no; Continuó: “Es un niño santo que veneran en esa casa”, seguidamente me señaló una pared blanca con una puerta marrón sin nada llamativo alrededor. Como tenía otros asuntos que atender, le dije en otra ocasión. Pero como todo viajero es curioso y yo no soy la excepción, me quedó dando vueltas en la cabeza lo que podría haber tras esa puerta. La curiosidad me mataba, y fue así que, al día siguiente, decidí salir temprano del Hotel Monasterio a buscar la historia y sacarme todas las dudas. Llegue a la puerta de madera con el número 182, adornada solo por una chapa y un timbre blanco el cual toqué. Nadie me abre. Vuelvo a tocar, suena como que me van a abrir pero no pasa nada. Esperé unos 3 minutos y sale una chica de unos 20 años, le pregunto por el Niño Compadrito y me dice: “Suba, es aquí”. Trepo unas cortas pero empinadas escaleras y me topo con dos cuartos, uno de ellos con una plancha llena de velas de colores y la otra con una vitrina, rodeada de muchos carteles de agradecimiento, juguetes, mensajes, muñecos, fotos carnet, entre otras variadas cosas. Dos personas sobre los 60 años vendían velas a muy bajo costo en una de las puertas del cuarto. Desconcertado, les pregunto por el Niño Compadrito. De mala gana al no comprarles lo que ofrecían, uno de ellos me señala el primer cuarto, donde solo atino a entrar. Son centenares de objetos, algunos de ellos muy extraños, los que encontramos al pie de la vitrina donde se encuentra el llamado Niño Compadrito. Tras la vitrina principal vi a un pequeño - vestido a la manera del Niño Jesús de Praga - solo que esta ocasión al ver la cara del “niño”, note que esta era fea y tétrica, luciendo además un frondoso pelo largo. Sus ojos habían sido remplazados por dos canicas azules y sus dientes no guardaban mucha relación con su cara. En su cabeza lucía una brillante y llamativa corona. Es más, al ver el cráneo de cerca, pude observar que no era humano. ¿Pero qué historia existe detrás de este “Niño Santo”? Se dice que leyenda nace en los 60s, aunque esto no está muy claro. Hay historias que remontan el esqueleto del “niño” a la época de los incas, otros a la conquista, pero es en la década de 1960 cuando, al parecer, se le empieza a rendir culto. En esos años la imagen venerada se componía solo de una calavera y unos pocos huesos. Luego le comenzaron a confeccionar vestidos, le pusieron dientes y dos canicas azules en la sección ocular del cráneo. Se dice asimismo que el Niño Compadrito “se comunica con sus seguidores a través de los sueños”. Todos los martes y viernes se le rinde culto. Más de 400 fieles le llevan juguetes, caramelos, joyas, dinero, entre otras cosas, “para que el niño esté contento y les cumpla sus pedidos” me dijo quien lo custodia. “Cada color de vela que se prende en su honor tiene que ver directamente con lo que se le quiera pedir. Las rojas son para el amor, las blancas se relacionan a la salud, las amarillas al dinero, las verdes al trabajo, las azules a los estudios, las rosadas al éxito, las naranjas a la felicidad y las negras a la justicia, sea esta positiva o negativa” agregó. Curiosamente, a pesar de su repulsivo aspecto, esta extraña imagen “religiosa” atrae cada vez más adeptos, sobre todo de la parte sur del Perú. A pesar de que este deforme personaje es considerado “católico” por sus seguidores, no lo es para la iglesia, que ha condenado su adoración en reiteradas ocasiones. En 1975 el obispo del Cuzco, Luis Vallejos, prohibió su culto alegando que era “un feto del demonio” y que además el cráneo no era de un niño sino el de un simio y que la corona que luce es de latón: “Es una figura que llena de espanto. Un grotesco remedo de nuestros santos y mártires. Algo que inspira terror como todo lo que se relaciona con lo diabólico” aseveró. Se dice que debido a ello, una turba trató de quemar la imagen sacrílega. Fue por esa causa que el Niño Compadrito pasó a la clandestinidad, ocultándolo en Huayllabamba, al sur de Machu Picchu, lugar donde se le seguía venerando… y esquilmando a los crédulos. En cuanto al obispo Vallejos, murió en un extraño accidente de auto en 1982. Los creyentes del engendro aseguran que fue “la venganza del niño santo”. ¿Pero cómo llego al lugar donde hoy se le adora? Resulta que su custodio la heredó de su madre y ella de su abuela. Afirmo además que sus hijos serán los que la hereden cuando el ya no esté presente. La casa donde actualmente se encuentra la momia es de la madre de su cuidador, cuentan que llegó ahí luego que fue trasladado, en una época que estaba en la clandestinidad, decenas de veces entre las casas de los fieles. Un día el esqueleto se le aparece, a uno de sus más cercanos seguidores, en sus sueños y le dice: “Estoy cansado de tanto moverme, déjenme donde estoy ahora”. Existen varias versiones sobre los orígenes del Niño Compadrito, pero la que más se repite es que este “niño” fue hijo de un virrey español y una cuzqueña “de muy buenos sentimientos”. A los 13 años - afirman - el “niño” fue secuestrado por personas que querían vengarse del padre. Sus secuestradores frotaron su cuerpo con hierbas mágicas hasta que redujeron su cuerpo en vida. El “niño” sufrió una larga agonía hasta que murió. Pasaron los años y en la casona de un noble español empezaron a suceder cosas extrañas que atemorizaban a los habitantes. Una noche tormentosa, un rayo cayó en uno de los muros de la casa, hizo un forado y dejó al descubierto el cuerpo del “niño” momificado. Al respecto, un antropólogo afirmo que el culto al Niño Compadrito se remonta a la época del Virreynato, cuando los españoles impusieron el cristianismo sobre el Imperio de los Incas, tras ser conquistados en el siglo XVI. La fusión de creencias, pasadas y nuevas, por parte de los indios que se negaban a abandonar a sus dioses primigenios, dieron origen a decenas de “santos menores” y uno de ellos fue el Niño Compadrito. El misterio sobre quién es y sobre sus “poderes” está presente, mas aun cuando los cuidadores de la pequeña momia se niegan a que se le hagan pruebas y exámenes para saber más sobre él por temor a que descubra que se trata de un fraude. No es de extrañar por ello de que muchos detractores sigan afirmando que se trata del cráneo de un mono - como aquellos que acompañan a los organilleros ambulantes - pero sus seguidores lo niegan rotundamente. Lo triste es que son miles las personas que creen en “sus milagros”, los que confían en él, los que le piden desde “que les ayude a pasar un examen de matemáticas hasta que los cure de una enfermedad terminal” insistió el cuidador al notar mi incredulidad. Al estar por salir de esa casa, pude observar a un grupo de personas que llegaban a venerarlo, y una de ellas se arrodillo inmediatamente llorando frente a la imagen. Me sorprendió toda la patética historia creada tras la pequeña momia, y la ignorancia de los peruanos que creen en “los poderes” de un simio (Por cierto, quisiera agregar que esa visita la hice antes del incendio del “santuario” en julio del 2021, que redujo a cenizas la habitación donde se colocaban las ofrendas, salvándose el engendro de las llamas y que - como podéis imaginar - lo ha hecho más “milagroso” que antes. Lo que hay que ver)
