Ubicado en Tacna (en el extremo sur del Perú) el Complejo Arqueológico de Miculla se encuentra a 20 minutos de la ciudad homónima, entre los kilómetros 20 y 26 de la carretera Tacna-Palca rumbo a Collpa y La Paz, a 1,300 metros promedio sobre el nivel del mar. Las misteriosas rocas, talladas por raspado o martillado, son el registro de un tiempo perdido y tienen representaciones de todo tipo, algunas de auquénidos, personas, el sol y otras con formas inexplicables que evidentemente no son de este mundo, lo que ha dado lugar a numerosas teorías sobre su origen acerca de quienes los tallaron y a quienes representan ¿Quizás a viajeros provenientes del espacio exterior llegados en tiempos remotos? Una visita al lugar nos muestra al ser humano como el principal elemento, cazando animales, sosteniendo báculos, adornado con tocados, danzando, ejecutando instrumentos musicales y casi siempre aparece de perfil. También destacan las escenas de animales entre los que se pueden reconocer venados, guanacos, vicuñas, felinos, zorros, aves con las alas extendidas, serpientes y lagartijas. Pero lo que mas llama la atención en esos grabados, es la aparición de “seres luminosos” los cuales evidentemente no son humanos. Quizás sean sus “dioses” que bajaron a la Tierra para enseñarles todo lo que deberían saber y luego, tal como sucedió con otros pueblos antiguos - según cuentan sus leyendas - regresaron a su mundo para nunca mas volver, quedando inmortalizados en las rocas. Pasear por Miculla es una experiencia extraña al descubrir símbolos poco conocidos de aquellos sucesos o eventos ocurridos en tiempos pretéritos en la vida de sus antiguos pobladores. Uno se pregunta si fue el lugar exacto donde fueron talladas y la respuesta es no, ya que provienen originalmente de una extensa pampa llamada San Francisco, que posteriormente - nadie sabe cuando - fueron esparcidas por un aluvión proveniente de una laguna ubicada en la zona alta, arrastrando las rocas talladas a su ubicación definitiva. Al desconocer su lugar exacto, es muy difícil averiguar quienes los tallaron y cual era su grado de desarrollo. ¿Que quisieron comunicarnos? ¿Se trata de una cronología sucesiva de eventos pasados o imágenes de sus actividades cotidianas? ¿Están asociadas a eventos astronómicos? ¿O es el recuerdo acerca de una visita extraterrestre? Los símbolos tallados en las piedras nos pueden dar algunas pistas acerca de ello, pero cabe destacar que aun falta mucho por descifrar y asociar el significado de los grabados en las rocas que dejaron los antiguos pobladores de Miculla. Existen petroglifos grabados en la piedra que son muy llamativos, entre ellos un extraño ser de características no humanas, ubicado en la parte alta del lugar, sobre una gran piedra de 1.90 mts. aprox. en donde se aprecia claramente varias representaciones, símbolos extraños que llaman la atención, entre los cuales resalta la citada figura, donde se ve plasmado como un ser sumamente delgado de cuyas manos cuelgan lo que parece ser tiras onduladas, y a su costado aparece grabado con gran detalle una estrella de gran luminosidad…. como queriendo indicar que proviene de allí. El rastro por encontrar la procedencia de este enigmático personaje, nos llevo al museo arqueológico de Miculla, donde existe una piedra grabada, en el cual aparece un puma parado sobre una línea que une a dos seres delgados y en el centro del grabado se ve el número 8 o símbolo del infinito, por lo que esta roca es llamada como “la piedra del infinito”. Al investigar a que estrella podrían haberse referido quienes tallaron la roca, descubrimos que Sirio se encuentra a 8 años luz de la Tierra y es la más brillante del firmamento tal como lo observamos desde nuestro planeta. Si bien esta un poco más lejos que la estrella más cercana, Alpha Centauri, brilla más y es inconfundible en nuestro cielo. Sirio es fácilmente identificable si observamos Orión y las tres estrellas que forman su Cinturón y trazamos una línea hacia "abajo" Así nos topamos con Sirio. Dado que el Cinturón de Orión marca el Ecuador Celeste, esto quiere decir que Sirio está en el hemisferio sur, apareciendo en su punto más alto del año en la medianoche del 1 de Enero y con la Constelación de Orión muy visible. No nos extrañaría por ello que desde Sirio partieran en un tiempo desconocido muchos viajeros hacia otros mundos impartiendo sus conocimientos, llegando así a la Tierra, siendo los antiguos pobladores de Miculla quienes fueron visitados por aquellos extraños seres y en recuerdo a su presencia, aparecen grabados para la posteridad en las rocas. ¿Alguna vez desentrañaremos el misterio? Vaya uno a saber.