TIEMPOS DEL MUNDO
martes, 6 de mayo de 2025
¿UNA CIUDADELA EN MINIATURA CONSTRUIDA POR HUMANOIDES?: El secreto de Auquipampa
Ubicada en lo profundo de las montañas de Huánuco, Perú, un descubrimiento ha dejado perplejos a arqueólogos y entusiastas de lo paranormal. Se ha encontrado una antigua ciudad que parece haber sido habitada por humanoides diminutos, una revelación que desafía nuestra comprensión de la historia y la antropología ¿quién fue el responsable de construir esta misteriosa ciudadela? Y, lo que es aún más intrigante, ¿quiénes habitaron en ella? La ciudad - llamada Auquipampa - enterrada bajo tierra y vegetación durante siglos, fue hallada por un grupo de exploradores locales que seguían leyendas ancestrales sobre pequeños y enigmáticos seres que la habrían habitado. Estas historias, transmitidas de generación en generación, hablaban de una civilización de humanoides de menos de 10 centímetros de altura llamados los ‘gentiles’, que poseían una avanzada tecnología y conocimientos arcanos. Los más ancianos cuentan una historia de un lugar donde no existía el Sol, y existían seres que tenían el poder de mover grandes rocas y convertir las montañas en llanura. Estos eran conocidos como los machus (viejos) y se cree que estos vivían en armonía con los ‘gentiles’, en un estado utópico donde la solidaridad, la fraternidad, la paz y la justicia era lo más importante como sociedad. En tanto, los ‘gentiles’ eran seres pacíficos que trabajaban cultivando y creando utensilios con metales preciosos. No le prestaban atención a la riqueza que poseían, y trabajaban solo bajo la luz de la Luna, ocultándose bajo tierra al amanecer, creyendo que los rayos del Sol los quemarían, creando para ello escondites para resguardarse, saliendo solo al anochecer y fueron precisamente quienes construyeron Auquipampa. Cabe precisar que los habitantes locales no la catalogan como mitología, sino como una historia que consideran auténtica. De hecho, en la actualidad, muchos afirman haber tenido encuentros con estas enigmáticas criaturas. La ciudadela descubierta, a simple vista, parece una maqueta. Sin embargo, mientras uno se acerca, puede comprobarse que se trata de una obra antigua que transmite grandes conocimientos arquitectónicos. Tanto la estructura, como la simetría de las ventanas, los ductos de ventilación, las puertas, los techos y los pisos muestran gran precisión y dedicación. Cada “habitación” está conectada por una especie de pasillos, mostrando ángulos perfectamente elaborados. Lo que implica que, los responsables de construir esta ciudadela, lo hicieron con las intenciones de habitarla. Las ruinas están bien conservadas pero tiene proporciones inusuales. Las puertas y ventanas son extremadamente pequeñas, adecuadas solo para seres de baja estatura. Las herramientas y utensilios hallados, también de tamaño reducido, sugieren una sociedad completa adaptada a las necesidades de estos pequeños habitantes. Sin embargo, aquellos creyentes sugieren que hay algo más, y es que las puertas “dobles” que se encuentran en las pequeñas casas, podrían significar, portales dimensionales. La datación por carbono 14 sugiere que esta ciudad podría tener más de 3 mil años de antigüedad, lo que deduce que podría haber coexistido con civilizaciones precolombinas tempranas. Los habitantes de las comunidades cercanas que afirman haber visto a esos pequeños seres al caer el sol, los describen como guardianes de la naturaleza y poseedores de poderes sobrenaturales, los cuales siempre andan bien abrigados por el frío existente en la región. Pero ¿de dónde provienen estos humanoides diminutos? Nadie lo sabe. No cabe duda que el descubrimiento de Auquipampa abre un nuevo capítulo en la historia de Perú y el mundo, invitándonos a reconsiderar lo que creemos saber sobre las civilizaciones antiguas. Mientras tanto, la ciudad de los ‘gentiles’ sigue guardando sus secretos, desafiando a los investigadores a desentrañar el misterio que yace en sus pequeñas y enigmáticas piedras.